Opinión

El abismo de la mente

He leído una noticia que emociona y hace reflexionar. Está demostrado que hay una conexión entre los animales y las personas, mayormente entre la categoría de los mamíferos. Ejemplos hay que asombran y obligan a preguntas que todavía no se pueden responder. Incluso se han llegado a dar casos de una gratitud manifiesta de animales salvajes hacia los humanos. Eso ya viene de lejos. Hay abundancia de leyendas sobre ello, y toda leyenda o mito descansa en un hecho real, aunque sea nimio. Lo que se ignora es cómo se produce cerebral o emocionalmente esa conexión. Como decía alguien: “Hay que bajar al abismo de la mente”. Y hete aquí, que la citada noticia se basa en el caso reciente de un hombre que estaba en estado de coma.

Ante tan dramática situación, un día el personal del hospital permitió que el pequeño Teddy se sentara junto a su amo. Y Teddy empezó a ladrarle y el hombre, aunque parezca increíble, despertó. Hoy, a Teddy le llaman “el ángel guardián”. Y uno se pregunta: ¿casualidad? Demasiada, sobre todo para quien cree que la casualidad no existe, que todo tiene su razón de ser. Después de muchos años de vida se suele llegar a esa conclusión. Situarse en el pasado y preguntarse: ¿y si…? Es inútil. Al parecer las cosas se suceden por si solas, y algunos filósofos aseguran que lo de menos en el devenir es la voluntad humana. Esto lleva a un sinfín de elucubraciones entre las que entran la inteligencia de los delfines, el lenguaje de los pájaros, el amor y fidelidad de los perros, y demás y diferentes comportamientos inexplicables de otros animales. Realmente no se sabe nada de lo que nos rodea, se desprecia, o no se le da importancia, aunque sea un fascinante misterio que nos invita a observar aquello que nos ayude a valorarlo.

Lo tenemos al lado y no nos percatamos. Como tampoco nos percatamos del dolor de los animales, porque, aunque irracionales, también tienen sistema nervioso. Aludir al dicho popular, “noche de perros”, es acertar plenamente en ello, ya que por desgracia el perro es el animal tal vez más querido, pero también el más maltratado, apedreado, pateado y abandonado a su triste suerte. De todos es sabido que este ser puede morir de pena si le faltan sus amos. Volvamos a Teddy. ¿Qué mensaje transmitieron sus llamadas a la mente del durmiente, para que este volviese al mundo de los vivos?

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