Ya no se sabe qué pensar. Cada vez que habla un científico de la duración de vida que puede alcanzar el ser pensante, se vislumbra cerca la eternidad. Concepto tan imposible de racionalizar. Según pasa el tiempo, aumentan las probabilidades de vida, pero nunca se habían dado cifras tan sobrecogedoras como las que cita en una entrevista periodística, Ginés Morata, biólogo español y especialista en la mosca de la fruta llamada “Drosophila”.
Este científico almeriense, quien se centra asimismo en el análisis de lo relativo a la formación de tumores, y en los intrincados mundos celular y genético, acumula importantes distinciones y premios, entre ellos el Príncipe de Asturias y ser nombrado Foreign Member de la Royal Society. Basado en experimentos sobre las bacterias, los pólipos y otros componentes de la vida, Ginés Morata no ve imposible que el ser humano pudiera llegar a vivir, siéntense queridos lectores, no se mareen, hasta trescientos cincuenta y cuatrocientos años. Piénselo detenidamente, por favor, y díganme qué les parece y si en realidad querrían vivir cuatrocientos años. Claro que es de suponer que la vida llegada a esos extremos, no sería igual a la que conocemos ahora, ya que para que eso fuese realidad tendrían que pasar muchísimos lustros.
Echando la imaginación a volar sobre las posibilidades que surgirían para el ser humano, no sería extraño llegar a lo que calificaríamos hoy de fantasía. Pero tiempo al tiempo. Donde llega la imaginación llega la realidad. Soltemos pues la imaginación, cojamos libros de ciencia ficción, revistas científicas, examinemos los avances diarios de los laboratorios de investigación, miremos atentos a dónde va la técnica y preguntémonos, ¿cuántas mutaciones podrían realizarse, cuántos cambios físicos y morales, cuáles serían las motivaciones para vivir, se podría modificar el cerebro al punto de eliminar la violencia, el amor, la inspiración? ¿Cómo sería el mundo si la muerte cogiese vacaciones, el efecto de tan larga vida afectaría también a la flora y la fauna? ¿Cómo sería la alimentación, seguirían viniendo nuevas vidas a la tierra, llegaría el agua para todos? ¿Qué significado tendría una vida tan larga, se llegaría al aburrimiento? ¿O por el contrario todo sería positivo y se volvería a vivir en un Edén que jamás se ha conocido en lo que va de historia humana?
