Opinión

Las "vacas ojo"

Todo es saber. Es público y notorio aquello de que “el saber no ocupa lugar”. Ya, en el siglo XVI, Francis Bacon, padre del empirismo filosófico y científico, decía que “saber es poder”. Y seguramente, así es. Hay noticias que dicen mucho, y hacen pensar más en el ingenio y la búsqueda de soluciones a los problemas cotidianos que siempre se presentan. Noticias que, generalmente, pasan desapercibidas para el gran público. Pero ahí están, solo hay que leerlas y sacarles todo el jugo que destilan. Sobre todo para aprender y darse cuenta de que la vida y su conservación tienen trucos asombrosos, tanto por parte de los animales como de los humanos. 

Por ejemplo, los granjeros de Botswana, ante los ataques a su ganado por parte de los depredadores, les pintaron ojos en salva sea la parte, a las vacas. ¿Cómo? Sí, queridos lectores, piensen que con este truco tan simple, tan sencillo, tan fácil, los leones del norte del país, entre otros animales salvajes, a la hora de la verdad se sienten confusos, circunstancia de la que se deriva que los ataques hayan registrado una baja bastante considerable. Según la revista “Atlas Obscura”, en la que publica Ben Yexley este caso: “Las manchas oculares son una característica evolutiva empleada por varias especies para disuadir a los depredadores”. Entre los que utilizan esta artimaña, están los insectos y algunos peces. Ahora, en ese apartado especial, entran por primera vez las “vacas ojo”. 

Pero ¿cómo se llegó a tomar esta medida con el ganado? Las llamadas “vacas ojo”, son el resultado de un estudio realizado durante cuatro años por un equipo de científicos internacionales basado en la coexistencia de ganaderos y leones. Hasta el momento esa coexistencia, en palabras de Cameron Radford, investigador de campo en la Universidad de Nueva Gales del Sur, era categorizada como “no excelente”. La investigación se llevó a cabo ante la amenaza a los medios de vida de los ganaderos del lugar. Esto que pudiera parecer algo así como una broma, en opinión de los científicos, ha resuelto problemas muy serios para los granjeros. Tan serios como es la subsistencia. Y ante eso no hay nada. Este hecho concreto lleva a pensar y replantearse una vez más eso tan manido de: “nada es lo que parece”. ¿Los ojos engañan sobre lo que transmiten, como las pinturas a los leones?

¿Es falso lo que se ve?

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