Opinión

Pokemon

Parece que ya no se habla tanto de ello. Pero hace poco, era lo que se comentaba en la calle y los medios de comunicación. Me refiero concretamente a la práctica de un juego sin pies ni cabeza, hablo de oídas, llevado con furia visigoda por adultos y pequeños, basada en la caza del pokemon. Así, usted iba por la calle y le impedían el paso porque en su hombro estaba el dichoso icono y si era necesario tenía que dejar el hombro, el brazo y la mano. Un individuo con el móvil y los ojos puestos en él, obsesionado lo cazaba. ¿Lo cazaba? O sea, el asunto debía de tener connotaciones de safari. Podría suceder que usted estuviera haciendo el potaje de mediodía con toda la ilusión y cariño que pone en sus cosas (hoy día todo se hace con cariño), y de golpe y porrazo se encontrara junto al puchero en pleno hervor, a unos cuantos mozalbetes, cazando a los pokemon que se habían escondido temerosos e inocentes en el cacharro, mezclándose entre las habichuelas. Y ahí teníamos ya un problema. Ignoro como era el método de caza, pero presumo que el potaje se echaría a perder por mor del acoso sin tregua. 

También hubiera podido ser que una pareja en pleno solaz estuviera disfrutando de un momento de absoluta intimidad y de pronto se pusiera en medio de los dos un chicuelo para cazar el pokemon que se hubiera refugiado sabe Dios dónde. Ay, qué mayores estamos para entender algunas cosas, acostumbrados usted y yo a juegos de los que se podría decir que el más peligroso era la gallinita ciega, o el corro de la patata. 

Ahora, para bien o para mal, nunca se sabe, los juegos no están en la actividad física infantil y colectiva, sino en unas maquinitas que absorben a los infantes en soledad total, sin más ejercicio que los dedos de las manos, puntualizo. También es verdad que estas acciones avivan los reflejos, y eso es bueno, mientras se mata a los muñecajos que luchan sin piedad en la consola. Entretenimiento altamente formativo en esta época en la que todo el mundo expresa su deseo de paz en la tierra, menos en las fechas de Navidad, que es tiempo de compras. En fin, que lo bueno que tiene la caza del pokemon es que obliga a dejar el sillón y agotarse en grandes caminatas en busca del dichoso icono, que según las noticias al respecto, ha dado inmensos beneficios a Niantic, The Pokemon Company y Nintendo. Listos que son.

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