Opinión

Los superpronosticadores

En todos los tiempos y lugares siempre ha habido augures y pitonisas, pronosticadores, adivinos, aprendices de Casandra, profetas de todo tipo, intérpretes de Nostradamus y demás escritos en clave. Después estaban los cercanos, muchos otros genios que igual leían el futuro en las palmas de las manos, que lo hacían en los posos del té, que en las cartas, que en una piel de naranja. Y ya que hablamos de naranjas, recordemos que en la infancia era costumbre que al pelar una de ellas, si se rompía la monda, que era lo más probable, cada trozo independiente de la misma representaba cada uno de los hijos que tendrías de mayor. 

También había otra clase de videntes que enseguida te vaticinaban que te ibas a casar con un hombre moreno, muy guapo y muy rico. Cosa que nunca pasaba. Parecía que la realidad había jubilado esas apetencias de saber el futuro. Pero no. Tal como van las cosas de confusas, caóticas y enredadas, leo que una de las tendencias más generalizadas en las redes a nivel internacional es la de pronosticar lo que habrá de venir. 

Hay un claro interés en adelantar lo que más o menos parece que se vislumbra en el horizonte. Claro que es un poco tonto entretenerse en eso, ya que como decía un famoso escritor al que le preguntaban por qué en sus obras siempre se adelantaba a los acontecimientos, contestó que eso no tenía que ver con lo sobrenatural, simplemente había que mirar el pasado y ver el presente. Ese ejercicio te lo daba hecho. O sea, la memoria, la correlación de los acontecimientos y el análisis cronológico. Desde las brujas de Shakespeare, que predicen a Macbeth su ascenso al trono tras matar al rey, a los vuelos de las brujas de Goya, hay cantidad de seres de no ficción que ocupan espacios para decir a las gentes lo que las gentes les han dicho antes, previo pago. 

Por otro lado se cuentan a millares los casos que al parecer se hacen realidad, debido a presagios, corazonadas, presentimientos, sueños, y otros efectos, que ciertas personas creen relevantes, y naturalmente, otras no. Hace más de veinte años, los norteamericanos Howe y Strauss, pronosticaron que en 2020, EEUU sufriría un impacto parecido a la Gran Depresión. Ahí se quedaron cortos. ¿Se olvidaron del resto? Luego están los adivinos que llevan consigo los capitostes mundiales. Esos sí que nunca dan en el clavo, ni por equivocación.

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