Opinión

¿Vivimos realmente?

Ya sé, queridos lectores, que hoy vamos a entrar en un jardín harto intrincado para encontrar el camino hacia una deseada salida. Más que jardín es una maraña de elementos espinosos que en su extraño claroscuro proyecta sombras insalvables. Y así como el humano no puede saltar de la suya propia, éstas nos encierran en una interrogación prolongada hasta el infinito. Sin embargo, hay que reconocer que el tema es de lo más interesante y atrayente que puede ofrecérsenos para ejercitar la mente y medir hasta qué punto ésta nos puede llevar. Porque el asunto del presente artículo nos lo traen algunos científicos que han entrado en el debate de si el universo que nos rodea es real o no, y si lo que vivimos es una simulación computarizada gigante como nos mostró en su momento la película “Matrix”.

Alguna vez, todos, creo yo, hemos pensado si somos personajes del sueño de un cerebro ajeno y desconocido. Si somos observados como los humanos observan a las hormigas y si somos movidos por unos hilos invisibles que marcan nuestro destino. Pero no lo sabemos y nos conformamos con cierta inquietud con lo que vemos, gustamos y tocamos. La idea que nos ocupa viene dada por Elon Musk, empresario en tecnología, quien se refirió a las posibilidades de que nuestra vida se desarrolle en una realidad virtual, reflexión que fue respaldada por Alan Guth, miembro del Instituto de Tecnología de Massachusetts, quien ha sugerido que es posible que nuestro mundo pudiera ser un experimento llevado a cabo por un simple estudiante habitante de otro universo. Aquí quedan las reflexiones de dos auténticos cerebros.

No olvidemos que Elon Musk es físico, inventor, empresario y cofundador de PayPal, Tesla Motors y SpaceX, entre otros avances, y que Alan Guth está considerado como el gurú de las máquinas inteligentes. Siendo así, y conociendo el poder de la digitalización y las proezas que vivimos con ellas, nuestro ser queda pendiente de un hilo en el vacío. Porque nos consta que los que manejan hoy estas increíbles técnicas modernas, pueden crear, borrar, modificar y  reconstruir todo lo que se les antoje, incluso nuestras propias vidas. ¿Será posible que ellos también puedan ser tachados? Nada es nuevo bajo el sol. Hace muchos, muchos años, Calderón de la Barca expuso este mismo tema con otro argumento cuando escribió “La vida es sueño”.

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