Opinión

Código sepsis

Los expertos son taxativos: cada 3-4 segundos fallece alguna persona en el mundo por sepsis o septicemia. En España, según las estadísticas, estaríamos hablando entre 20.000 y 50.000 fallecidos cada año. Esta enfermedad está provocada por una letal respuesta inmune desencadenada por una infección bacteriana. Las sustancias químicas liberadas para combatirla son las responsables de una serie de daños orgánicos ocasionados por la drástica reducción del flujo sanguíneo, lo que impide el aporte normal de oxígeno y nutrientes a las células. El descenso de la presión arterial y el fallo cardíaco desencadenan un estado de shock séptico. Ancianos, niños, pacientes con su sistema inmune afectado (incluyendo al sida), enfermos crónicos como diabéticos, con cáncer, insuficiencia renal o hepática, y aquellos que hayan sufrido traumatismos graves o severas quemaduras son los más susceptibles. Al igual que en los casos de ictus o infartos de miocardio, cuanto antes se diagnostique y se trate adecuadamente, mayores serán las posibilidades de supervivencia. Nos encontramos de nuevo en el ámbito de una patología témporo-dependiente. Sin embargo, a diferencia de infartos e ictus, el diagnóstico precoz de la sepsis resulta mucho más complicado. No existen marcadores bioquímicos específicos, como la troponina para la patología isquémica cardíaca, ni pruebas de imagen altamente resolutivas como en los accidentes vasculares cerebrales agudos. De ahí la importancia de los planes y códigos específicos. Además de su indudable impacto en la reducción de los costes sanitarios, diversos trabajos de investigación han demostrado que los programas de Código Sepsis han mejorado la utilización del tratamiento antibiótico, incrementando su eficiencia y disminuyendo el uso de medicamentos de uso restringido, además de conseguir una reducción significativa en la mortalidad de los pacientes y en el tiempo de hospitalización en las unidades de cuidados intensivos. 

El 12 de septiembre de 2018 será recordado como una fecha clave en la historia del Servizo Galego de Saúde. Con la presentación y puesta en funcionamiento del “Código Sepse” durante el último trimestre de este año, desde cualquier punto asistencial de nuestro sistema sanitario público, podremos identificar precozmente a aquellos pacientes sospechosos de padecer una septicemia. De esta manera, se administrará inmediatamente el tratamiento más adecuado, disminuyendo las complicaciones e incrementando sustancialmente la supervivencia. La activación de un Código Sepse podrá realizarse en los centros de atención primaria, en los casos atendidos por el 061, y también en los servicios hospitalarios, tanto en urgencias como en las plantas de hospitalización. El Plan dispone además de un registro específico para esta patología a nivel autonómico que permita la recogida de la información y la evaluación de su funcionamiento mediante indicadores de calidad. Un gran paso adelante en la mejora permanente de nuestra sanidad pública. Bienvenido sea.

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