Opinión

Coronavirus

Ya tenemos un nuevo brote de una enfermedad infecciosa, y como consecuencia han saltado todas las alertas, traspasando fronteras. La Organización Mundial de la Salud (OMS) elevó el nivel de amenaza internacional de "moderado" a "alto". El causante es el recientemente descubierto coronavirus 2019-nCoV, hasta el momento responsable de más de un centenar de muertos. 

Estos virus, bajo el microscopio, presentan una corona de proteínas que les caracteriza. Las autoridades chinas han decretado la cuarentena en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, el epicentro de este problema: 11 millones de prójimos que no podrán abandonar la populosa urbe, donde tampoco podrá entrar nadie. Esta medida podría extenderse a ciudades vecinas. 

En noviembre de 2002, en la provincia china de Cantón, se diseminó una neumonía atípica con una tasa de mortalidad del 15%, cuya causa fue también un coronavirus hasta entonces desconocido en humanos. Fue bautizado como SARS Co-V, adoptando las siglas en inglés de la enfermedad (Severe Acute Respiratory Syndrome). De Cantón saltó a Hong Kong y Vietnam, y de ahí al resto del planeta, pues así es el peaje que debemos pagar en algunas ocasiones por los avances y la rapidez de las comunicaciones. 

Entonces, en España, se detectó un caso aislado, resuelto con las medidas sanitarias oportunas. Sin embrago, en Canadá, de los 250 casos infectados 38 fallecieron. Esta patología respiratoria se propagó de persona a persona, mediante las pequeñas partículas que los infectados podían esparcir en el aire en las gotitas generadas por la tos y los estornudos. En 2012, en Arabia Saudita, otro coronavirus provocó un brote de neumonía atípica, el MERS o síndrome respiratorio de Oriente Medio, con una mortalidad del 35%. 

Una vez más, ahora en nuestros días, ante la alerta provocada por el nuevo coronavirus 2019-nCoV, la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (Sempsph) ha realizado una serie de recomendaciones precautorias, prácticamente las mismas que evitarían el contagio de la gripe. Entre las más importantes, eludir el contacto directo con los infectados, manteniendo con ellos una distancia aproximada de un metro, el lavado frecuente de las manos, cubrirse la boca y la nariz con el antebrazo y emplear pañuelos desechables al toser o al estornudar. Al entender la Sempsph que la enfermedad pudiera transmitirse además a través de alimentos procedentes de las zonas afectadas, desaconseja asimismo su consumo. Al respecto, la autoridades sanitarias chinas han desplegado medidas de vigilancia estricta en el Mercado de Mariscos de Huanan, en Wuhan, al sospechar que un animal salvaje vendido allí para el consumo humano pudiera estar implicado en el origen de esta enfermedad infecciosa causada por coronavirus.

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