Opinión

Empoderamiento del paciente

Hace tiempo que el modelo paternalista en la relación entre médicos y pacientes ha sido definitivamente superado. Este nuevo vínculo se ha ido extendiendo hasta comprometer a los sistemas sanitarios y a los ciudadanos, ahora denominados usuarios. Poco a poco, iremos percibiendo múltiples innovaciones en estos campos, pues el compromiso permanente de los sistemas públicos de salud es que vivamos más, pero en las mejores condiciones. Por si fuera poco, el desarrollo y la aplicación de las nuevas tecnologías se ha convertido en una herramienta fundamental para alcanzar tan ambicioso objetivo. La traducción práctica es que aquellos pacientes y ahora usuarios desean participar activamente en todas las decisiones que afecten directamente a su salud. 

A nadie se le ocurriría hoy en día no respetar su propia autonomía. Cada vez será más difícil ser médico, porque el conocimiento científico y técnico crece exponencialmente, las redes sociales divulgan la información (¡y también las falacias y la confusión!) a velocidad vertiginosa, y los dispositivos que empleamos en nuestra vida cotidiana (teléfonos inteligentes, ordenadores, televisores, relojes, etc) poseen ya la capacidad para el intercambio de datos útiles y válidos en la autogestión de la salud, compartiéndolos con  el sistema sanitario público y sus profesionales.

Al respecto, hace unos días tuve la oportunidad de escuchar personalmente las necesidades específicas de un grupo de usuarios representados por Doña María Rego Lojo, presidenta de la Asociación de Nenos Diabéticos (Anedia). Comentaba esta madre que en la actualidad disponía de 73 modelos de glucómetros (dispositivos para la detección automática de la glucosa en sangre), 10 de sistemas de monitorización continua de la glucosa diferentes (aparatos que constan de un sensor para la glucosa, un transmisor y un pequeño monitor externo integrado en la bomba de insulina o como dispositivo autónomo), 9 bombas de infusión de insulina, infinidad de APPs (aplicaciones informáticas relacionadas con la diabetes) así como múltiples y diferentes registros de datos de la enfermedad que pueden descargarse con aplicaciones comerciales distintas entre sí e incapaces de comunicarse con otras plataformas.

A pesar de los avances tecnológicos, los propios pacientes y sus familias entienden que la atención que el sistema sanitario les dispensa es todavía muy mejorable. Su demanda resulta bien sencilla: los niños diabéticos necesitan dispositivos con conexión de datos, sin la intervención de los usuarios, que puedan ser valorados por los médicos a través de una única plataforma sanitaria pública, en este caso la plataforma E-Saúde, la herramienta de nuestra Consellería de Sanidade que permite la comunicación con los ciudadanos, desde cualquier lugar y dispositivo, para el acceso a servicios y contenidos personalizados de salud. Este es un ejemplo. La plataforma de asistencia domiciliaria integrada Telea, que facilitará el acceso telemático de los pacientes y control asistencial en sus domicilios es otro prototipo de la atención sanitaria que nos deparará el futuro. Habrá que estar preparados.

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