Opinión

Memoria colectiva

La asignatura de Práctica Investigativa en Ciencias Sociales, en el ensayo “Por una investigación desde el margen”, del profesor Alfonso Torres Carrillo, plantea que la Memoria Histórica es el más claro ejemplo de cómo en sociología se puede construir una Memoria Histórica Colectiva ficticia, utilizando el adoctrinamiento previo. La obra propone herramientas como los Talleres de Memoria, donde arbitrariamente se enseña a los participantes lo que se les quiera hacer creer para luego, consultados como fuente histórica oral, narren como propio el cuento que les acaban de colar.

Una buena prueba de ello está en un personaje de sobra conocido a nivel mundial. Todo el mundo sabe que Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco era sucesor del marqués de San Luis y vizconde de Cocorote, descendiente de Vascos, Gallegos y Canarios, del más puro y rancio abolengo español. Sin embargo, Hugo Chávez mandó fabricar un retrato de Simón Bolívar con rasgos indígenas y negroides, algo, obviamente, absolutamente alejado de la realidad. No obstante, cuando se muestra esa imagen, los venezolanos lo identifican como el Libertador. Como se ve, una manipulación de la Historia y del personaje histórico muy fácil de hacer, y hasta burda, que ha logrado crear a la carta una Memoria Histórica Colectiva ficticia.

Uno de los nuevos caballos de batalla del devenir preelectoral —con el que los candidatos se sustraen de la realidad que preocupa a la ciudadanía—, es el choque de trenes entre Javier Ortega Smith y Susana Díaz en relación a la calificación de las Trece Rosas. Por una parte, Ortega las considera responsables de “crímenes monstruosos”, mientras la portavoz de PSOE alude a unas víctimas heroicas asesinada por el régimen franquista.

La simple existencia de ambas versiones, absolutamente polarizadas, ponen de manifiesto que la falta de consenso de la realidad histórica seguramente descansa en la propuesta del profesor Absalón Jiménez Becerra de que, si no existen datos hay que inventarlos. Evocando a Goff, en la Práctica Investigativa en Ciencias Sociales sobre el ensayo, “Algunos elementos de Investigación Histórica”, ya en 1991 valoraba como fuente histórica la ausencia de los documentos o “silencios de la historia”, valorando que “para hacer historia es necesario flexibilizar y establecer algunos cambios de acuerdo con la percepción de nuestro tiempo. La historia es un gigantesco rompecabezas en el que faltan numerosos trozos. El historiador utiliza una dosis de imaginación que descubra las relaciones ocultas entre las piezas del pasado y de éstas con el presente, es como se pueden reconstruir o recrear esos vacíos”. Toda una declaración que establece que, a falta de fuentes, el historiador debe inventar.

Lo que es objetivo es que el proceso a las Trece Rosas se custodia en el Archivo de Simancas. Estas trece mujeres fueron detenidas, juzgadas y sentenciadas en juicio sumario por un tribunal militar, siendo imprescindible interpretar los hechos dentro de un contexto bélico, obedeciendo a que en tiempos de guerra las garantías individuales se hallan limitadas, dándose entre ellas casos como el de la modista de 24 años Martina Barroso García, que iba al abandonado frente de la Ciudad Universitaria a buscar armas y municiones, algo que estaba prohibido. En muchas ocasiones se evoca la correspondencia privada, como la enviada por la también modista Julia Conesa Conesa, fusilada el 5 de agosto de 1939, a los 20 años de edad, que en una carta de despedida a su madre escribía “que mi nombre no se borre en la historia”, documento que en sí e íntegramente no prueba su culpabilidad ni inocencia, por más que haya quien se empeñe en desearlo.

Mientras el debate está servido, nada hay como recordar a Ítalo Calvino al pensar que andamos siempre a la caza de algo escondido o sólo potencial o hipotético, cuyas huellas, que asoman a la superficie del suelo, seguimos. La palabra une la huella visible de la cosa invisible, con la cosa ausente, con la cosa deseada o temida, como un frágil puente improvisado tendido sobre el vacío. A la luz de todo esto, que cada cual saque sus conclusiones.

Te puede interesar