Opinión

Economía y población: ¿quo vadis Ourense?

Año tras año, un simple vistazo a los indicadores económicos y demográficos de la provincia de Ourense arrojan un resultado desolador. Y no se debe perder de vista que la población constituye en el largo plazo el principal indicador económico. Por ello, la tendencia en declive del movimiento de población (nacimientos, envejecimiento, emigración, …) es el resultado inmediato de mal comportamiento de su economía y, por ende, de su mercado laboral. Basta recordar que la tasa de actividad provincial se encuentra casi 6 puntos por debajo de la media gallega o la tasa de paro 1 punto por encima en los últimos datos disponibles del primer trimestre de 2014.

¿Qué se está haciendo en este sentido? Pues en mi opinión, poco o muy poco, por lo que creo pertinente destacar alguna de las recomendaciones del Foro Económico de Galicia que esta semana celebró su 5ª reunión anual (www.foroeconomicodegalicia.es). De hecho, se avanzó que su próximo documento estará dedicado al problema demográfico, que tiene como principal lastre de la fecundidad a la ausencia de expectativas estables de renta y empleo. En la medida que estas expectativas no se tornen favorables la situación seguirá siendo complicada.

Así pues, lo que se trata es que la demografía se constituya como una prioridad política y entre de lleno en la agenda de las autoridades públicas. Y debe hacerse de manera correcta porque se corre el riesgo de que si la actuación no es certera, la solución sea todavía peor. El verdadero objetivo a alcanzar descansa en el aumento de la población activa y no tanto de la natalidad. Por ello, y aunque parezca paradójico, la actuación en materia de población debe comenzar por el ámbito laboral. Ojo con este tema que cuando oyes a hablar a muchos de los que nos gobiernan se les ve bastante “despistados”.

Una vez se tenga claro esto, las medidas de apoyo a la demografía deben ser algo más que campañas propagandísticas o mera declaración de intenciones. Las políticas de conciliación deben ser reales y efectivas y complementarias a otro tipo de políticas como las de vivienda o las educativas. Y aquí juega un papel relevante otra de las cuestiones también tratadas por el Foro como son las infraestructuras. No hay desarrollo económico (ni social) sin unas infraestructuras que vertebren el territorio y proporcionen dos elementos claves para el progreso como son la accesibilidad y la conectividad. Finalmente, la dimensión de la administración pública tiene mucho que decir en cuanto a su relación y prestación de servicios a la ciudadanía. Sin duda, en las provincias gallegas es necesaria una racionalización del modelo territorial que contribuya la mejora de sus maltrechos indicadores.

Te puede interesar