Opinión

Altas cotas de autogobierno... pero dentro

Es claro que la reunión de la Moncloa es un hecho de una enorme importancia. Todo se ha desarrollado al menos del modo más positivo que se esperaba. Lo fundamental es que el hecho mismo de que el encuentro Sánchez/Torra se celebrara y que se desarrollara del modo más positivo que ambos personajes se habían propuesto. Puede asegurarse que este es el acontecimiento de mayor trascendencia que Pedro Sánchez ha protagonizado desde que tomó posesión de la presidencia del Gobierno. Y también puede decirse algo parecido desde que Torra preside la Generalitat de Cataluña.

El que Carmen Calvo diga que la Constitución no da para referéndum de autodeterminación es una obviedad que no sorprende a nadie y menos al propio Quim Torra. ¿O es que alguien esperaba que la vicepresidenta o el presidente dijeran lo contrario tras el encuentro de la Moncloa? Y el que en el PP se diga otra vez que Sánchez está pagando el precio del apoyo de los independentistas en la moción de censura es solo repetir la cansina monserga que vienen repitiendo desde el instante mismo en que la moción fue ganada por Pedro Sánchez.

Los indepes saben de sobra que su insistencia en el tema de la autodeterminación no pasa de ser algo obligado y saben igualmente que tal salida no se producirá. Pero ahora lo aceptan -digan lo que digan- y a lo que aspiran de verdad es a que Cataluña alcance las cotas más altas de autogobierno pero dentro de España. Y una primera vía puede ser ese acuerdo de recuperación de las comisiones bilaterales Estado-Generalitat previstas en el Estatut e inactivas desde 2011. Torra puede seguir diciendo eso de que cualquier solución política pasa por la autodeterminación o que el Govern no renuncia a ninguna vía para conseguir la independencia. El president sabe mejor que nadie que eso es solo un recurso dialéctico. Pero Sánchez, se ha repetido ahora, levantará vetos a leyes catalanas y reactivará el diálogo bilateral para terminar con el desencuentro de los últimos ocho años.

Esto último puede decirse que ya se ha conseguido con la mera celebración de la cumbre de la Moncloa. Pero es que parece que la derecha no desea ese diálogo bilateral, a juzgar por el modo de recibir los últimos acontecimientos. Lo que la derecha no nos ha explicado todavía es por qué se conduce así y a dónde pretende llegar por esa vía. Es una asignatura pendiente del PP y de Ciudadanos, que ahora parece que pelean por ver cuál de los dos partidos es más antidiálogo con los poderes catalanes. ¿A dónde conducen estos comportamientos, si me hacen el favor los dirigentes de esos dos partidos?

Vamos a ver cómo se manifiestan en los próximos días los contendientes en las primarias del PP y lo que digan las encuestas al respecto. Porque es una obviedad decir que en el seno de los populares se está viviendo la etapa más dura de los últimos años. En la salida de Rajoy encuentro un incomprensible desentendimiento de Mariano en el gran problema del partido que lideró hasta hace muy poquitas semanas. Pero igual nos lo explican todo cuando salgamos de los calores del verano. Pero también entiendo el palo horroroso que recibió Mariano justo cuando creía que todo le iba a salir a pedir de boca. Las cosas de la política son imprevisibles, ¿verdad?

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