Opinión

Nos queda el Atleti

Las cosas se le ponen muy mal al PP en la recta final de las elecciones europeas del próximo domingo, con las encuestas esquivas incluso antes del efecto demoledor del debate Valenciano-Cañete y del tremendo asunto del asesinato de Isabel Carrasco y sus derivados. Es preocupante que el motor de defensa del PP haya sido y sea el tema vidrioso de las propuestas de persecución legal extra a las redes sociales, cuando están hartos de jalear la persecución a cualquier mortal que muestre disidencia con ellos. Me refiero más a las huestes del partido que a sus dirigentes, que quede claro, pero registrado el hecho de que estos últimos no mueven un dedo por evitarlo. Imaginen cómo habría sido el desarrollo de las cosas en el supuesto de que lo de León hubiera sido una historia del PSOE.


Y así ocurre que acontecimientos como los relacionados con la derogación de la justicia universal quedan en un segundo y maldito plano, pese a la extrema gravedad, por ejemplo, de hechos como la puesta en libertad ya de 43 narcos españoles. El juez Garzón predica estos días sus verdades como puños, desde la inaceptable eliminación dictada en la arbitrariedad más antijurídica y escandalosa. Ahora, cuando más falta nos hacía su actividad jurisdiccional interna. Solo la lección dada por el Atlético de Madrid, en lo deportivo, en lo ético y en lo humano, nos conforta estos días a nivel público, sobre todo a los que no militamos en ningún club aunque nos guste mucho el fútbol. Caminamos hacia un fin de semana de los que llaman históricos, el sábado con la final de Lisboa y el domingo con las elecciones europeas. ¿Quién podrá más? Y el lunes se habrá abierto, dicen, una nueva etapa, permítanme que lo dude, pero déjenme que lo desee fervientemente.

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