Opinión

Ahora sí

Ahora sí, ahora ya está Madrid en campaña y se puede pedir el voto. Moncloa, la institución más obligada a cumplir la ley, no lo hizo en este caso, y hace dos semanas colgó una enorme fotografía de Ángel Gabilondo en Callao con un cartel en el que no se pedía explícitamente el voto para el candidato del PSOE, pero sí implícitamente. Tanto, que la Junta Electoral ordenó que fuera descolgado. Y mencionamos Moncloa porque la campaña de Gabilondo se lleva desde allí. Desde Moncloa incrustaron a dos secretarias de Estado en la lista, Hanna Jalloum e Irene Montero, y le colocaron a la ministra Reyes Maroto como vicepresidenta económica si formaba gobierno.

Se inicia  una campaña con una vencedora indiscutible que saca varios cuerpos de ventaja al resto de los contrincantes,   pero no tiene asegurado el gobierno. Campaña rara porque  sus adversarios no son los candidatos de otras listas, sino al presidente de gobierno. Pedro Sánchez ha bajado a la arena madrileña para atacar sin piedad a la candidata del PP, pero Ayuso no se ha amilanado y también arremete sin piedad contra él.  Es difícil comprender la decisión de Sánchez, pues si Gabilondo no gobierna, y es difícil que lo consiga, se hará responsable del fiasco al presidente de gobierno. Más cauto ha estado Pablo Casado, que no atraviesa su mejor momento. Aparece en campaña lo justo, y si finalmente Ayuso no pudiera mantenerse como presidenta en ningún caso se haría a Casado responsable. Por su papel irrelevante en la campaña y porque Ayuso ha tenido un protagonismo exagerado. Lo ha fomentado ella misma atacando de forma implacable a la izquierda, y porque toda la izquierda la ataca también de forma implacable. 

Vox y Ciudadanos se muestran más cautos, por si acaso acaban en un pacto de gobierno. Que es lo más probable, sobre todo en el caso de Vox. Siguen las dudas respecto a las posibilidades de Ciudadanos de entrar la Asamblea parlamentaria.

Madrid es la joya de la Corona del PP, aunque no es la única comunidad en la que gobierna. Pero se trata de la región que alberga la capital de España, sede de la mayoría de las empresas punteras, y referente de casi todos los sectores sociales. Con una presidenta que ha hecho de su capa un sayo en la lucha contra la pandemia, ha tomado iniciativas que rechazaban otros gobiernos y que fueron muy criticadas por el gobierno central, que no consiguió meterla en cintura. Ayuso consiguió además lo que pretendía, que sus índices de pandemia no fueran tan catastróficos como auguraban sus adversarios. Se ha convertido en una figura que elogian los representantes de la hostelería, restauración y servicios de toda España, y buena parte del mundo de la cultura. 

Los madrileños ya están en campaña. Y el resto de los españoles, en cierto sentido, también. De lo que ocurra el 4-M depende el futuro de varios partidos.

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