Opinión

La campaña se inicia con mal pie

Pocas campañas electorales  -porque estamos en campaña, no precampaña- han tenido un inicio más accidentado, más plagado de despropósitos, de sonoras y graves meteduras de pata de importantes candidatos.  

Difícil poner nombre al ganador de barbaridades cometidas, como difícil es predecir quién va a ganar la batalla que se juega, la de los votos. De momento es Josep Borrell el personaje con cargo más relevante que ha cometido un error de bulto. No es candidato a las generales del 28 de abril, pero sí a las elecciones europeas del 26 de mayo, en las que encabezará la lista del PSOE al Parlamento Europeo con el objetivo de convertirse en Comisario si Pedro Sánchez continúa al frente del gobierno.

El ministro de Asuntos Exteriores ha acaparado las primeras páginas y las aperturas de los informativos de radio y televisión al abandonar la entrevista que le hacían en la televisión pública alemana después de discutir de forma desabrida con uno de los periodistas más conocidos del país. Para  tranquilidad del ministro, cuando ocupaba el puesto de honor de las torpezas cometidas, pronto fue desplazado por Adolfo Suárez Illana. Presentado como el gran fichaje del PP, número dos de la candidatura de Madrid, lugar que se reserva para la figura más relevante tras el candidato a la presidencia del gobierno en una entrevista con Alsina arremetió contra el aborto con dos ejemplos que provocaron auténtica estupefacción: los neandertales cortaban la cabeza al hijo no querido inmediatamente después de nacer, y Nueva York acababa de aprobar una ley que permitía el aborto después del nacimiento. Por cierto, Suárez Illana tendría que haber adivinado que ese dato era falso de toda falsedad, porque si el niño había nacido, se trataba de un asesinato puro y duro.

donde dije digo...

Todo era falso, neandertales y Nueva York, como reconoció el propio Adolfo Suárez más tarde, con una sonrisa en la boca que fue tan poco  electoralista como las palabras que había pronunciado con anterioridad y que finalizó con un "Punto. Se acabó la polémica". No se ha acabado, y en su partido no dan crédito a lo ocurrido. Suárez parece no ser consciente de la gravedad de lo que ha hecho, pero el equipo de Pablo Casado sí.  Saben además que cada vez que cada vez que aparezca en público el hijo del expresidente -cuyo "fichaje" no fue recibido precisamente con entusiasmo-   va a sufrir algún tipo de comentarios hiriente por sus desafortunadas palabras, y es muy probable que esos comentarios sean lanzados a la cara a otros candidatos de su partido.

Miquel Iceta, en el plano político y no moral como es el caso de Suárez Illana, también  ha colocado en una situación delicada a su partido cuando dijo que "la democracia debería buscar una solución si el 65 por ciento de los catalanes estuviesen a favor de la independencia". Los responsables de la campaña socialista habían advertido que Cataluña era palabra prohibida, no convenía ese debate. Ni siquiera se incluyó en las 110 propuestas que presentó Sánchez en olor de multitudes esta semana. 

Iceta dio munición a la oposición, que arremetió contra  el presidente de gobierno advirtiendo que si Sánchez tenía decidido abordar con los independentistas las cuestiones que planteaba Iceta, para garantizarse así su apoyo para mantenerse como jefe de gobierno. Iceta intentó rectificar con una supuesta "aclaración" explicando que se refería a una solución legal, pero incluso el ministro de Fomento y número dos del PSOE, José Luis Ábalos, consideró "inconvenientes" las palabras del líder socialista catalán. 

Ábalos, por cierto, tampoco inició con buen pie la campaña cuando días atrás dijo que el PSOE podía pactar el futuro gobierno con Ciudadanos o con Podemos, lo que fue desmentido por Sánchez, que  vio inmediatamente que esa idea podría provocar la pérdida de voto de izquierda, que no quiere un pacto con Rivera. La única posibilidad que tiene Pedro Sánchez de seguir siendo presidente es captar votos de Podemos… que podrían no abandonar el partido de Pablo Iglesias si pensaran que Sánchez acaricia la idea de gobernar con Albert Rivera.

exposición televisiva

Iglesias por su parte no aprovechó la importante tribuna que le ofrecía Pablo Motos en "El Hormiguero". En la entrevista se habló mucho de paternidad, y el dirigente de Podemos puso el acento en que "después de tres meses limpiando culos y pañales estoy más preparado para gobernar". Como gracia está bien, pero se echaron de menos unas reflexiones más profundas sobre cómo le afecta la paternidad y qué habían significado estos meses de dedicación exclusiva a sus hijos. Incluso en las redes sociales, que se han convertido en los elementos esenciales de las campañas electorales y son una máquina de ganar o destruir votos, hubo críticas incisivas hacia el candidato de Podemos a la presidencia del gobierno. Hasta ahora era Podemos el partido que mejor instrumentalizaba a su favor las redes sociales, pero ha perdido el liderazgo porque Vox ha irrumpido como un tsunami en ese mundo,  arremetiendo contra sus adversarios con una fuerza que destroza todo a su paso. 

Es la forma de neutralizar las muchas noticias negativas que le afectan, casi todas ellas relacionadas con la biografía ultra, pendenciera e incluso delictiva de varios de sus candidatos, que se suma a la polémica que ha provocado la propuesta de que promover que puedan  adquirir armas las personas que se sientan amenazadas, no tengan antecedentes penales ni problemas psíquicos. Desde que hicieron pública esa idea los adversarios de Vox han hurgado en la trayectoria de algunos de sus candidatos, apareciendo  dos personas condenadas a prisión por estafa, otra que formó parte de un grupo de jóvenes   que presuntamente agredió unos autobuses con más de 200 niños vascos de excursión en Madrid, y un antiguo skin head condenado a cuatro años de prisión por agresión.

A estas inconvenientes declaraciones y propuestas de candidatos irresponsables que no miden las consecuencias que pueden tener para sus respectivos partidos en unos días en los que se juegan el futuro de España y quién va a ser el presidente de gobierno en la próxima legislatura, el cruce de videos del PP con los que intenta ridiculizar a Vox ha tenido un efecto boomerang para el partido de Casado.

Pedro Sánchez debe estar disfrutando del espectáculo de ver cómo se destrozan mutuamente sus adversarios. Tanto, que las graves declaraciones de Miqel Iceta han pasado a segundo plano.

Se nota que estos partidos presentan una serie de candidatos de escasa trayectoria: se meten en todos los charcos, y si no los hay, los crean.n

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