Opinión

Hay que remar juntos

La situación es suficientemente grave como para no perder el tiempo buscando responsables, sino sumar esfuerzos para trabajar juntos, remar juntos, para sacar adelante un país conmocionado por una pandemia nunca conocida en España. Pandemia que nadie podría pensar que alcanzaría tal envergadura en un mundo técnicamente tan avanzado, con una sanidad de primera categoría profesional, con unos medios que permiten advertir del peligro mucho antes de que aparezcan las primeras señales, con robots capaces de realizar los trabajos más peligrosos, más delicados, y con una capacidad inconmensurable de imponer medidas que lleguen hasta el último rincón de sus fronteras.

¿Qué el gobierno pudo reaccionar antes, como han  hecho otros países europeos? Pues sí, pero la prioridad ahora es que no fallen las medidas, que la gente comprenda que es hora de arrimar el hombro, de ser solidario con quienes tiene menos recursos para organizarse la vida con los colegios cerrados, que cada uno debe responsabilizarse de que su propio comportamiento sea adecuado.

Es momento de dejar atrás histerias y exageraciones, de hacer un ejercicio de serenidad y olvidar el alarmismo, como es hora de aceptar las incomodidades que supone vivir una situación de riesgo. Citas canceladas, consultas atiborradas, imposibilidad de que responda a la primera el teléfono de emergencias, médicos y enfermeras realmente sobrepasados de trabajo que lo que menos necesitan es que les den prisa. Si se han cometido errores, que se han cometido, no hay más que mirar alrededor para ver que no somos los únicos. El gobierno no ha tenido la inteligencia de convocar a representantes de las comunidades autonómicas para coordinar medidas en sanidad o educación, competencias transferidas, pero tampoco Bruselas lo ha hecho con los países miembros de la UE.  

La OMS sí ha estado a la altura, lleva semanas alertando sobre la situación, y no tuvo complejo en utilizar la palabra pandemia. 

Sería injusto, además de oportunista, que los partidos de la oposición utilizaran esta situación para  pescar votos en aguas revueltas,  aunque habría que preguntarse si se deberían aplazar las elecciones en País Vasco y Galicia, porque quizá no es el momento más adecuado; aunque solo sea porque  muchos posibles votantes estarán cumpliendo las indicaciones de no salir a la calle hasta que se compruebe que sus síntomas de gripe no tienen nada que ver con el COVID-19.  

Es una decisión que deberán tomar conjuntamente gobierno y partidos, pero la decisión última corresponde al gobierno. Y cuidado con  la xenofobia, que somos dados a buscar culpables externos  cuando vienen mal dadas. Si hay alguien que va a sufrir más que nadie si tienen la mala suerte de ser afectados por el coronavirus, son precisamente los habitantes de los países menos desarrollados. A los que, afortunadamente, no ha llegado la pandemia, que se ha originado en países asiáticos punteros… y en la Unión Europea.

Serenidad por tanto y dar prioridad a la lucha contra el maldito virus. No es el momento de cuestionar al gobierno.

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