Opinión

Juan Carlos: de la admiración a la decepción

Hace 45 años el Don Juan Carlos era proclamado rey. No fue una jornada para recordar con las emociones a flor de piel por el entusiasmo demostrado:  el entonces presidente de las Cortes Alejandro Rodríguez de Valcárcel no resistió la tentación de recordar a Franco antes de gritar Viva el Rey, el paso del cortejo por la Gran Vía no fue lo apoteósico que merecía la ocasión y, nada más finalizar la ceremonia, los Reyes tuvieron que cambiarse de ropa para acudir, de luto, al Palacio Real donde una cola interminable esperaba rendir su homenaje particular al Generalísimo. Hubo que esperar varios días para que el nuevo rey recibiera el respaldo de varios jefes de estado de diferentes países del mundo, en la misa de Coronación que se celebró en Los Jerónimos.

D. Juan Carlos pasará a la historia como uno de los grandes reyes de España. Fue impulsor del cambio de la dictadura a la democracia en apenas un par de años,  y supo advertir que para ese proceso de transición, necesitaba un presidente  con perfil franquista para no provocar susceptibilidades, Adolfo Suárez, pero que creyera firmemente en el reto que  tenía en mente. Construir una España en la que quedarían borradas las Leyes Fundamentales del Movimiento para ser sustituidas por una Constitución y las leyes propias de un país democrático. Como supo advertir también D. Juan Carlos que para ese proceso necesitaba a todos los líderes políticos, fuera cual fuese su ideología, y convocar elecciones cuanto antes con todos los partidos legalizados, incluido el comunista. 

En esa aventura se enfrentó a infinidad de problemas e intentos de bloqueo, pero se empeñó con todas sus fuerzas en alcanzar su objetivo. Viajó por el mundo entero para explicar cómo era la España democrática, logró adhesiones inquebrantables, fue llamado para intervenir como mediador en conflictos internacionales que parecían irresolubles y se convirtió en un hombre admirado, respetado y querido no solo en España sino mucho más allá de las fronteras. Logró algo que no se vivía desde hacía décadas: los españoles habían recuperado el orgullo de ser españoles. 

LA DONACIÓN DE 100 MILLONES DE DÓLARES

El rey, ejemplo de jefe de estado que mira por los intereses de su país y que impulsa una Constitución que recorta los poderes que había tenido desde su proclamación, pues él mismo quería que España tuviera una monarquía parlamentaria como seña de identidad, un rey que reina pero no gobierna, no tenía sin embargo un comportamiento tan ejemplar en su vida personal. Las relaciones extramatrimoniales estaban en boca de todos, en algunos casos relaciones peligrosas porque conllevaban amenazas de chantaje. En el año 2008  se añade un nuevo episodio que genera críticas y dudas: el rey saudí hace a D. Juan Carlos una donación de 100 millones de dólares.  

La noticia no es oficial, aunque la recogen diferentes medios sin que la Zarzuela la desmienta. Todo lo más, algún colaborador de D. Juan Carlos explicaba que ese tipo de donaciones y regalos eran habituales en las casas reales árabes, donde era conocido que la familia real española no contaba con una fortuna abultada como otras dinastías europeas. La revista Forbes suele publicar que la familia real española cuenta con  decenas de miles de millones de dólares … porque  incluye los palacios, museos y edificios históricos de Patrimonio Nacional  como posesiones de la familia real.  

El rey saudí donó 100 millones por si D. Juan Carlos los necesitaba en algún momento difícil; el rey Hussein de Jordania le regaló una casa espectacular en Lanzarote, de diseño vanguardista,  para que disfrutara de parte de sus vacaciones. D. Juan Carlos la donó, como todos los regalos, a Patrimonio Nacional, y de hecho la han disfrutado los presidentes Zapatero y Sánchez con sus familias.

La donación del rey saudí provoca la delicada situación actual del Rey Juan Carlos,  y las acusaciones de blanqueo y fraude fiscal que no se han concretado pero que  investiga la fiscalía suiza y, desde hace unos meses, la fiscalía española.

El origen de la investigación se centra en una ex amante del rey,  Corinna Larsen, con la que mantuvo una relación durante casi diez años y con la que rompió al hilo de la abdicación. Larsen estaba siendo investigada por la justicia suiza, y entre el temor al resultado de esa investigación, y también por despecho,  primero en una entrevista con el ex comisario Villarejo y con el ex presidente de Telefónica Juan Villalonga, que grabó Villarejo,  y posteriormente en entrevistas a medios de comunicación, acusó al rey de haber recibido una importante comisión por las obras del AVE Medina-La Meca, crear una red de sociedades en paraísos fiscales y darle a ella una donación para ocultar su dinero, donación que luego pretendió que ella le devolviera.  

EL DOCUMENTO GUARDADO EN UNA CAJA FUERTE

En cuestión de días el prestigio del rey Juan Carlos se venía abajo,  el rey Felipe imponía un cordón sanitario con su padre, anulaba la asignación que recibía como rey emérito y, empujado por el gobierno, le pedía que abandonara España. El pasado mes de agosto D. Juan Carlos, tras analizar otras opciones, sobre todo Portugal,   viajaba hacia Abu Dhabi donde su amigo el emir Zayed Al Nahayan le ofrecía cobijo. En una carta enviada al rey Felipe le decía que “Guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a los españoles, a sus instituciones y a ti como rey, te comunico mi meditada decisión de trasladarme, en estos momentos, fuera de España". Un texto muy medido, en el que la palabra “traslado” dejaba claro que la intención de D. Juan Carlos no era el exilio, como aseguraban algunas personas.

Desde entonces. D. Juan Carlos pertenece alojado en un hotel de gran lujo del emirato, aunque pasa gran parte del día en el hospital donde ha sido operado nuevamente de cadera y se somete a horas de ejercicios de rehabilitación. Apenas recibe más visita que las de algunos dignatarios árabes,  aunque son constantes las llamadas que recibe desde España a última hora de la tarde, por la diferencia horaria y porque durante el día se encuentra en rehabilitación.

En este tiempo, se han sucedido las noticias. En unas Corinna intenta dar marcha atrás sobre sus declaraciones  y cambia su versión sobre el dinero que le había entregado el rey Juan Carlos, también sobre los depósitos que supuestamente tenía repartidos por el extranjero y desmiente que el dinero de D. Juan Carlos procediera de una comisión del AVE. Asunto de la máxima importancia desde el punto de vista judicial. Tanto, que ya en tiempos pasados D. Juan Carlos se preocupó para demostrar que los 100 millones procedían de una donación del rey saudí, no de una comisión, y de hecho la Casa Real saudí lo puso por escrito en un documento. Documento guardado en una caja fuerte y que no se sabe por qué razón no se ha hecho público,  aunque supone una prueba importante que salvaría a D. Juan Carlos de la acusación de comisionista.

La mayoría de las personas que están en comunicación con el rey le aconsejan que regrese y cuente su verdad ante fiscales, jueces o su propia familia, implicada indirectamente en esta situación porque D. Juan Carlos ha ayudado  económicamente a sus hijas, hermanas, nietos y sobrinos, a los que ha pagado desde estudios a tratamientos médicos.

Sobre su regreso, no se pronuncia. Duda. Solo ha hecho llegar, a través de intermediarios, que algunas informaciones que se publican son falsas: nunca ha tenido dinero oculta en las Islas Jersey.  Y añaden más: no es la única falsedad que se publica como hecho cierto.

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