Opinión

La solución para Ciudadanos

Nadie se plantea en Ciudadanos una solución que no pase por Inés Arrimadas. 

La portavoz parlamentaria no ha  confirmado su disposición a presentar su candidatura a la secretaría general, pero en el partido se da por hecho que va a hacerlo. De momento una gestora se hará cargo de la gestión del día a día y de la preparación del congreso que se celebrará en marzo como marcan los estatutos. La presidirá, también como marcan los estatutos, el presidente del Consejo General, Manuel Bofill.

La sola mención de que  Arrimadas será la nueva capitana de Ciudadanos, a pesar de que  no ha pronunciado una sola palabra en ese sentido, ha provocado que la mayoría de los críticos con Rivera  hayan expresado su apoyo a un partido  que afronta nuevos tiempos. En unos casos lo harán desde dentro; en otros, como el economista Toni Roldán, desde fuera de los órganos de gestión de Cs. Arrimadas es desde hace tiempo el principal capital de Ciudadanos, más aun que  Albert Rivera, que sumaba desencantos y se vio obligado a dimitir y abandonar la política tras el pésimo resultado del día 10. Arrimadas partirá por tanto con un partido dañado y un grupo parlamentario escaso, pero con una militancia dispuesta a dar lo mejor de sí mismos para recuperar el espacio perdido. 

Arrimadas se hizo con los votantes en Cataluña y ganó sus primeras elecciones elecciones autonómicas aunque no se presentó a la investidura - las malas lenguas dicen que fue porque Rivera tenía celos, pero eso pertenece al apartado de la rumorología-, aunque el partido quedó desmantelado allí cuando hace unos meses Rivera avaló que siete de sus dirigentes, incluida Arrimadas, dieran el salto a la política nacional.

Tiene fortaleza, se faja bien en la adversidad, entusiasma en Andalucía, su tierra de origen, y como portavoz parlamentaria tendrá una tribuna importante en el juego político. Ha sido la figura de Ciudadanos que cosechó más aplausos en las campañas de abril y mayo. 

Se estudia los temas en profundidad y defiende con solvencia sus argumentos. Atractiva físicamente –es importante, que se lo digan a Sánchez-, la quiere el electorado, incluso el que no vota Ciudadanos. 

Vive a caballo entre Madrid y Cataluña, aunque se puede apostar que su maternidad, el trabajo de su marido en Madrid, y el liderazgo del partido –si se confirma, que se confirmará- la convertirán en residente habitual en la ciudad de Madrid.

Pero sobre todas esas circunstancias positivas, hay una mayor: es hoy por hoy la que mejor puede devolver la ilusión a los militantes de Ciudadanos. Si no la única que puede hacerlo. Y la única que puede crear un equipo nuevo en el que tengan cabida algunos de los mejores veteranos.

Con Arrimadas al frente Ciudadanos puede ser un partido de centro al que respete la izquierda y la derecha. Rivera no supo hacerlo y hundió a Ciudadanos tras colocarlo en las alturas.

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