Opinión

Los otros

Toda España sabe ya que cuenta con un candidato a la presidencia del gobierno que no tiene respeto a su propia  palabra,  que  engaña a su militancia y  a los electores que fueron tan inocentes como para confiar en lo que les decía,  y que además ha demostrado que se trata de un político al que le importa poco  su país.  Lo único que le mueve es su ambición personal, y si para eso tiene que renegar de sus principios, de los principios de su partido, y traicionar a quienes le han llevado a la cúpula del Psoe, los traiciona sin que se le mueva un músculo de la cara.

Alguna reflexión merecen también los partidos que  van a permitir que Pedro Sánchez se mantenga al frente del gobierno. Los dirigentes del PNV, de Coalición Canaria, Teruel Existe o  del partido de Revilla,  que van a doblar la cerviz ante un personaje al que no le duelen prendas en gobernar mano a mano con Podemos a pesar de las barbaridades que ha dicho Sánchez sobre lo que significa gobernar con Podemos. Un personaje además que piensa negociar  con un partido  que tiene como bandera el derribo de España y de su Constitución,  con dirigentes condenados por el Tribunal Supremo, a los que se suman  otros  que cobardemente se fugaron  para eludir la acción de la justicia.

¿Con qué cara mirarán los dirigentes y diputados de esos partidos a sus electores? Ortúzar se ha hartado de decir que si se celebrara un referendum legal en el País Vasco él propondría continuar dentro de España aunque con más  autogobierno. Revilla se considera español por los cuatro costados, y que se sepa el recién llegado diputado de Teruel  nunca se ha pronunciado en contra de la españolidad de su provincia. Ni tampoco Ana Oramas, que podría dejar de ser una de las voces más serias del Congreso si apostara por apoyar a un Sánchez condicionado por Podemos y por ERC, lo que significa estar ligado a las políticas más destructivas para este país.

Arrimadas ha dicho que no quiere saber nada de un gobierno con Podemos dentro; esperemos que no cambie de criterio cuando le presionen desde Moncloa con que solo ella puede impedir un pacto con ERC, porque en ese caso habría que incluir a su partido en el apartado “Otros”, los constitucionalistas que   se avienen a respaldar un gobierno con claro déficit constitucionalista. Porque  Podemos respira según le va y Sánchez  se aviene a negociar con ERC,  con el que ningún político respetuoso son la ley  se sentaría  a negociar nada. 

No tienen razones ninguno de “los otros” para apoyar a Sánchez, porque en la  derecha no salen las cuentas. En cuanto a una nueva convocatoria, no sería peor  que  lo que prepara Sánchez.  Por no mencionar que  hay fórmulas intermedias por explorar menos peligrosas que las que pretende el candidato que quiere perpetuarse en La Moncloa… 

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