Opinión

Con la mirada puesta en Escocia

Los ojos del mundo, sobre todo los de Europa y Estados Unidos, han estado clavados en el Reino Unido durante toda la jornada en la que los escoceses acudieron a las urnas. Sin embargo se puede apostar sin temor a equivocarse que el país de la UE más interesado en conocer el resultado de referéndum –desconocido a la hora de escribir esta crónica- ha sido España.

Nada que ver la historia del Reino Unido con la de España, nada la situación de Escocia con Cataluña; no hay ninguna similitud legal entre el referéndum escocés y la consulta que promueve Artur Mas. Nada. Sin embargo, para los españoles es importante lo que ha ocurrido en Escocia, que hay que recordar que fue independiente de Inglaterra hasta hace 300 años y que en el acuerdo de unión ya se recogió que podría ser independiente si así lo pactaban las autoridades de Edimburgo y Londres.

Nunca Cataluña fue independiente de España y además la Constitución impide romper la territorialidad, la unidad. Pero los dirigentes nacionalistas catalanes se han empeñado hace tiempo en buscar similitudes entre Escocia y Cataluña, como en tiempos hicieron con Quebec e incluso con Kosovo. Cualquier reivindicación nacionalista o independentista la manejaban los nacionalistas catalanes para insistir en el sentir independentista catalán; que no es tal, aunque otra cosa es que haya calado lo del derecho a decidir, ahí sí ha estado listo Mas en su estrategia de comunicación.

La prueba de que le importa mucho lo que ocurra en Escocia es que fijó la fecha de la consulta en noviembre, para ir así a rebufo de Salmond y sus simpatizantes. Pensaba Mas que aunque ganara el “no” a la independencia, podía pescar en aguas revueltas y atraer a su causa independentistas a catalanes que podían dejarse llevar por la ola secesionista escocesa.

Rajoy y su gobierno mantienen el pulso y no ceden ante las distintas artimañas de Mas para tratar de ganar terreno; de hecho este fin de semana el gobierno en pleno estará de guardia para dar respuesta a las decisiones que tome la Generalitat. Pero Escocia y su referéndum están siendo utilizados por Mas, Junqueras y las otras formaciones. Ni siquiera se sentirán excesivamente defraudados si ganan los unionistas, aunque evidentemente preferirían que fueran los independentistas los que se alzaran con el triunfo.

En lo que pondrán el acento, lo ponen ya, es en el hecho de que Cameron accedió al referéndum, y lo utilizan como ejemplo, a pesar de que Escocia no tiene nada que ver con Cataluña y a pesar de que incluso un referéndum independentista autorizado por Rajoy chocaría de lleno con la Constitución, lo que no ocurre en Escocia.

Por no hablar del respeto que unionistas e independentistas escoceses guardan a sus adversarios. Los nacionalistas catalanes, en cambio, demonizan y maltratan a quienes además de catalanes se sienten españoles.

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