Opinión

La renuncia de Ana Botella alivia a Rajoy

Ha costado, pero finalmente Ana Botella hizo esta semana el anuncio que esperaba el PP desde meses atrás: ha tomado la decisión de no presentarse candidata a la alcaldía de Madrid en las elecciones de 2015.

En el PP tenían la seguridad, desde meses atrás, de que sería así. Más todavía desde que se vino abajo el proyecto olímpico en el que Botella había puesto tantas esperanzas que en cierto sentido supeditaba su continuidad a que saliera abajo el M2020 que, pensaba, haría olvidar el Madrid Arena y el descontento generalizado por el deterioro de los servicios públicos en la capital. Pero con el paso del tiempo, al ver que Botella no había pública su renuncia, empezaron a aparecer las dudas.

Alguna gente del PP pensaba que la alcaldesa quería un cargo a cambio y por eso retrasaba su decisión; otros sin embargo afirmaban que José María Aznar, no muy contento con Mariano Rajoy, impulsaba a su mujer para que se mantuviera. Finalmente la alcaldesa anunció su decisión más tarde de lo esperado, después del verano en lugar de antes del verano, pero lo anunció.

Explicó que le había adelantado al presidente de gobierno su decisión. No es eso lo que afirman en el círculo de Rajoy: ha mantenido varios encuentros con él y siempre le trasladó su disposición a hacer lo que fuera conveniente para el partido y respetar cualquier decisión que el tomara respecto a la alcaldía de Madrid; pero aseguran que en ningún caso le dijo claramente que había tomado la decisión de renunciar a la candidatura. Solo se lo comunicó la mañana del martes y, de regreso al despacho, pidió a su equipo que convocara a los periodistas a las 5 de la tarde con carácter de urgencia. Solo los más íntimos, no más de media docena de colaboradores, sabían qué iba a anunciar la alcaldesa.

En las últimas horas se había producido un hecho que producía aún más amargura a la alcaldesa : un ciudadano madrileño perdió la vida la noche anterior al caerle encima un árbol. Pocas semanas antes había ocurrido un hecho similar, y el nuevo accidente provocó una gran alarma social y la crítica unánime de la oposición. En la sede central del partido, cuando se supo que la alcaldesa había convocado la rueda de prensa, más de un miembro de la ejecutiva comentó a quien llamaba para pedir información que esperaba que Ana Botella no anunciara precisamente ese día su decisión de no ser candidata, pues cuando hay problemas se aplazan determinados anuncios hasta solucionarlos o sentar las bases para su solución. Es evidente que ella no pensaba lo mismo.

LA MUJER DE AZNAR

En el entorno de la alcaldesa no se oculta la contrariedad. Dicen abiertamente que Botella se ha sentido muy poco apoyada por su partido, acusan a la dirección del PP de presionarla para que anunciara su renuncia a presentarse, dicen también que no reconocen su mérito para gestionar un ayuntamiento con casi 8 mil millones de deuda, la herencia recibida de Ruiz Gallardón, y ponen el acento en que se convirtió en una persona incómoda por ser la mujer de Aznar, hasta el punto de que algún colaborador se ha quejado estos días de que "Han ido a por ella por ser la mujer de Aznar". Cuando esta periodista le ha recordado que si no fuera por ser la mujer de Aznar probablemente no sería alcaldesa de Madrid, pues fue el ex presidente el que le pidió a Gallardón en su momento –cuando era presidente- que fuera candidato a la alcaldía y que incluyera a Ana Botella en la lista, calla.

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