Opinión

Sálvese quien pueda

Cuanto mejor sea la trayectoria pasada, más papeletas tienen los miembros del PP y PSOE de ser enviados al ostracismo. Son los partidos en los que se encuentran biografías más sólidas, por la veteranía y por el ejercicio del gobierno y de la oposición; lugar este último, la oposición, donde se forjaron muchos de los grandes políticos. Sin embargo,  en sus escasos años de existencia, Ciudadanos y Podemos también se enfrentan a serios problemas internos.

No nos cansaremos de repetir que los dirigentes de los partidos, más aun si son recién llegados, tienen todo el derecho a hacer sus equipos con las personas de su confianza y, también, de prescindir de aquellos que no consideran adecuados para las etapas que quieren iniciar. Pero hay formas y formas de tomar las decisiones y ante las elecciones que se celebran en los dos próximos meses, esas formas no han estado siempre a la altura de las circunstancias. Hasta el punto de que, aunque duela a esos dirigentes, incluso les indigne, se comprende que se hayan utilizado términos como purga, venganza o escabechina. 

Los únicos que se salvan de la crítica son los de Vox, que parten de cero en esta etapa electoral. Mientras, en Podemos la crisis se sufre desde hace meses, por el desafecto de las "confluencias", que han preferido navegar en solitario después de que Podemos les colocara en el escenario nacional y, segundo, porque el talante personalista de Iglesias ha provocado la huida de gente válida, incluidos los fundadores de su partido. 

Parecían un clan, una familia, y sin embargo ha acabado como el rosario de la aurora. En el caso de Ciudadanos las tensiones han llegado porque el afán desaforado de algunos dirigentes de hacerse con nombres relevantes de  otros partidos, ha provocado serios problemas con aquellos que llevan tiempo trabajando de sol a sol por sus siglas y que se ven desplazados por el oportunismo de personas que se acercan a Rivera sabiendo que en sus partidos de origen no tienen cabida.

La sensación de incomodidad y malestar se nota sobre todo en la militancia de Partido Popular y PSOE. Repetimos, Pablo Casado y Pedro Sánchez tienen necesidad de conformar su grupo parlamentario de manera que se sientan cómodos y respaldados, pero han cometido errores de bulto. Más que por gente a la que han dejado en el camino, por algunos fichajes incomprensibles. 

Serán de la cuerda de los máximos dirigentes, pero su conocimiento de cómo se ejerce la actividad política y se abordan los problemas que preocupan a los ciudadanos es total. Por no hablar de que algunas son personas conflictivas per se. En unos casos, por su demostrada deslealtad cuando no han conseguido ser lo que pretendían ser; en otros, porque su biografía cuenta con diferentes episodios que echan para atrás.

Allá los mandamases con su forma de elaborar las listas… pero que no se asusten cuando adviertan que los votantes se resisten a votar a determinados candidatos.

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