Opinión

Villarejo y la justicia

El ex comisario Villarejo se encuentra en libertad provisional porque la Justicia no ha sido capaz de fijar fecha para que comparezca ante un tribunal antes de cumplir el tiempo máximo de preventiva. Y eso que se trata del hombre que más daño ha hecho a España en la historia moderna, utilizando sus resortes oficiales y pertenecer a  un cuerpo, el policial, que le permitía abrir puertas de despachos influyentes, sin escrúpulos para hacerse de oro utilizando las ventajas de su profesión.

Será la Justicia la que determine el alcance de sus actuaciones, pero de lo que nadie tiene duda es de que se ha movido en las cloacas más sucias. La amenaza, el chantaje, la mentira y las grabaciones ilegales han formado parte habitual de su metodología. Cuesta asumir que  los responsables de administrar justicia hayan sido incapaces de trabajar con la agilidad necesaria para que un personaje como Villarejo se encuentre en libertad provisional porque no ha habido forma de llevarle ante un tribunal  antes de que finalizara el tiempo máximo de prisión preventiva. Reflexión que sirve para cualquier delincuente. El ministerio de Justicia, y el Consejo General del Poder Judicial,  hace años que deberían tener como prioridad absoluta garantizar que la prisión preventiva  se va a sufrir en un plazo mínimo de tiempo. 

Cuando se conocen los casos de personas que han sufrido más años de preventiva que los que posteriormente les caen en condena, o que son absueltos, se comprende a quienes claman que, como en la mayoría de los países democráticos, la instrucción se ponga en manos de los fiscales, en lugar de un juez que, como ocurre con la mayoría de los titulares de la Audiencia Nacional, se encuentran absolutamente desbordados por la acumulación de casos.

Villarejo es un hombre que provoca profundo desprecio. Amenazaba con la destrucción  profesional y personal a quien no aceptaba sus reglas, y el daño ha sido inconmensurable en el mundo empresarial, bancario, político e institucional. Se podrá decir que los afectados por sus maniobras lo tenían bien merecido, pero no todos los implicados sabían que los métodos que utilizaría Villarejo para hacerles “favores” previo pago de su importe, ese era su negocio, serían tan indecentes.  En algunos casos, no le pedían favores, sino que ofrecía sus servicios a quienes sabía que se encontraban en dificultades … y caían en la trampa.

La Fiscalía Anticorrupción pidió su libertad provisional al saber que su primer juicio estaba fijado para después de  cumplir el tiempo máximo de prisión condicional, y el juez García Castellón ha firmado su libertad provisional, con medidas cautelares, como mal menor, para dificultar así el riesgo de una fuga que podría concretarse en cuanto cumpliera el tiempo máximo de estancia en la cárcel. Se comprende. Lo que no se comprende es que un presunto delincuente  permanezca casi cuatro años en prisión preventiva sin que la Justicia sea capaz de llevarlo ante un tribunal.

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