Opinión

Apretón de manos

El calor del verano cambia el aspecto a la gente obligando a exponer piernas, pies y hasta las ideas. Nos enseñamos más que en todo el año y la conversación está acompañada de aliños naturales y frescos. Los visitantes dejan de serlo para convertirse en turistas que invaden el país y las chanclas, mochilas y báculos veraniegos pasean España de espalda a la realidad de tener las hipotecas más caras desde que la banca paga el impuesto, como ordenó a principios de noviembre el presidente, entonces y ahora en funciones, Pedro Sánchez.

Estamos felices y contentos ante la mirada vacacional y eso no lo apaga ni el presidente Trump indicándole al presidente español que se siente cuando intentaba saludarlo. Hoy un vídeo en YouTube manda más que un general en cuartel. Es el presidente de Estados Unidos pero, sobre todo, nos dice que ese país registra la tasa de paro más baja en casi medio siglo. Retrocede a mínimos de 50 años y Trump pide bajar los tipos. Son 263 mil puestos de trabajo los creados, es decir, un 45% más de lo esperado por el consenso del mercado. Masiva generación de empleo frente a una imagen antipática, pero dicho eso al parecer el 24% de los estadounidenses no se van a ir de vacaciones este año porque no tienen dinero. En España tenemos tasa de desempleo de un 13,8% frente al 3,6% en Estados Unidos o al 3,2% por ciento en Alemania o el 3,8% en Reino Unido. Nuestra economía sigue en una buena senda para avanzar en resolver su principal problema que es el alto volumen de desempleados, camino de suave desaceleración que venimos observando desde 2018.

El verano cambia los escenarios como obra de teatro en varios actos y llega el de las treguas donde estrechar manos es el icono de la esperanza y el no a las armas; no en balde por algo se enlaza la derecha porque era la que desenvainaba la espada. Los saludos de verano son más efusivos y llaman a la imaginación dejando de lado el sentido de la realidad. De los 45 presidentes de los Estados Unidos ha tenido que ser el que acumula más antipatía fuera de sus fronteras el que por primera vez pise tierra de Corea del Norte. Lo añade a su lista de número uno por alcanzar la Presidencia sin haber ostentado antes cargo político y el de mayor edad. Sí, Donald Trump ha cruzado la frontera de las dos Coreas, en guerra desde los años cincuenta. Se paseó como autor del libro "El arte del trato": nada militar y con pisada de pacto para ser bendecido por el ateo Kim Jong-un, político de treinta y seis años y mariscal con veinte centímetros menos de altura que él, a pesar de las plataformas. Trump millonario y empresario, no ha hecho el servicio militar y su traje de ejecutivo americano posó frente a la vestimenta Mao del presidente del partido de los trabajadores. No sabemos si apretó más Jong-un pero en un Twitter fake el líder norcoreano sugiere: "imagen histórica: el presidente de la nación más poderosa del mundo y a su lado Donald Trump". Y resulta creíble… en Corea .

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