Opinión

España es un Carnaval

El carnaval viene a contentar a los necios y a los discretos, a los cuerdos y a los locos, a los ignorantes, dichosos y desgraciados que con tan distintos ojos suelen ver una misma cosa. El mundo es máscaras y todo el año es carnaval como escribió Mariano José de Larra, entre otros. Recurro a su pluma para tocar actualidad porque él, desde la literatura novecentista, lo hace como nadie, y también  para reiterar  que su sitio sigue ocupándolo con majestuosidad al imponer la voluntad popular sobre la tiranía, y él vive por primera vez una política, que hoy llamamos de masas, sobre  camarillas y favoritismos. En el artículo unos siguen a otros pensando que otros son hasta que se retiran la máscara y confirman el que ha sido su error durante toda la noche. Algunos se llevan la querida de otro o la capa que no es suya; pero todos son burlados por la fiesta carnavalesca como mancebos desventurados. Mundo perecedero en el que se divierten para vanidad del hombre en su deseo de sentirse feliz por corto espacio de tiempo. Son antifaces para la hipocresía, con cartón duro en el rostro que tapan facciones delatoras del alma. 

Los disfraces no presentan equivocación porque nada juzgamos por ellos, son lo que son; pero la faz de todos los días lleva a la equivocación, al camino sin frenos de entrega de la apariencia que describe sinuosidades. 

Sin esperar al segundo mes del año las máscaras están por doquier porque en el mundo abunda la mascarilla y todo el año hay carnaval.

 En la segunda parte de la novela de Miguel de Cervantes, "El Quijote", amo y señor creen cabalgar por el firmamento a lomos de Clavileño, una forma de caballo de madera que tiene una clavija que controla sus movimientos para que sientan que vuelan. El encantador Malambruno los convence y con los ojos vendados montan para dejar libres a las doncellas encantadas de  espesas barbas. Igual, aunque sin locura declarada, estamos elevando pies en tierra sin saber hacia dónde.

La permisividad y descontrol carnavalesco se ha hecho viral en nuestro país mostrando lo mucho de disparate que tiene el ser humano. Desde hace tiempo vivimos en el invierno del carnaval y cambia de fecha cada año.  La luna es señora en estas cosas porque debe ser llena en Jueves Santo para rememorar al pueblo judío, que según la Historia salió de Egipto para celebrar la Pascua sin antorchas que fuesen vistas por las tropas de los faraones. Así se entiende que su celebración sea un día antes del Miércoles de Ceniza. Si desfilamos todo el año al son de lo improvisado qué puede importar hacerlo también en carnaval. Una buena letra de chirigota pone a cada uno en su sitio y todavía nos hace esbozar una sonrisa.

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