El arte de la pintura es mensaje de años que mantienen a cuestas cruces hechas a la medida de las circunstancias. El Guernica de Picasso, en exposición permanente del Museo Reina Sofía de Madrid, ha sido desnudado de su carga política por José María Juarranz de la Fuente, catedrático de Geografía e Historia y licenciado en Filosofía y Letras. Este hombre, que lleva años publicando artículos sobre la obra picassiana y aportando nuevas interpretaciones, culmina su tarea con "Guernica, la obra maestra desconocida"; una publicación fruto de catorce años de investigación que, por ir contracorriente, levanta polémica porque son varias las personas de reconocido prestigio que han dedicado su vida a difundir que Picasso refleja aquí el icono antibelicista teniendo de fondo el bombardeo por las aviaciones alemana e italiana en aquella ciudad vasca.
José María Juarranz de la Fuente demuestra que el mural del malagueño universal es autobiográfico, como lo es toda su obra, y que, por tanto, no hay mensaje bélico de cielo y aviones, vencedores y vencidos. Lo único que recuerda a la guerra es el título, que ni siquiera puso él. Tras múltiples estudios de bocetos, existentes antes del bombardeo del 26 de abril, y que ya incluían los personajes que serían definitivos, Juarranz dice al mundo que Guernica es Pablo Ruíz; las peleas con sus mujeres; el impacto que le produjo el terremoto malagueño cuando era niño y lo mucho que sintió el suicidio de su amigo Carlos Casagema. Asegura que el toro es el mismo Picasso, el caballo representa a su esposa, la bailarina Olga Koklova, debatiéndose con ella en pleno divorcio mientras protege a su amante y la hija de ambos; que su madre María Picazo la recuerda con velo y la reproduce como el retrato que le había pintado y que conservó en su colección privada hasta el final.
La escena nocturna representada en el Guernica no coincidiría con el momento del bombardeo que fue a las cuatro de la tarde del 26 de abril; pero sí cuando se produce el seísmo en Andalucía a las 9:05 de la noche del 25 de diciembre; fecha que sirve para mirar escenográficamente como un belén alusivo al citado terremoto de 1884: pastora, ángel, madre y niño, mula y buey, San José, posadera y pastora.
Todos esos personajes son la síntesis de lo que ha sentido Picasso en 1937. En tiempos de controversia e interpretaciones de casi todo, este laborioso trabajo de investigación viene a poner de manifiesto que se tarda mucho en saber la verdad y que las apariencias son sólo eso.
