Opinión

Muro de recuerdos na palleira do Cuco, 1985

26_viernes_27_julio
photo_camera Negativo color, colección personal.

Cada uno contará la historia como le haya ido... En mi caso, cumplidos los dieciocho, llegaba el buen tiempo y la mañana del domingo era visita obligada al Cuco de Velle. No es que tuviera las mejores tapas de la ciudad, ni siquiera el mejor vino, pero el caso es que un pulpo y una cunca en la palleira, o mejor dicho, en la carretera, (porque entrar en aquel templo era difícil) sabían a gloria.

La música invitaba a olvidar las penas, rara era la pieza de la que no sabíamos la letra para acompañar. Con lo cual, al final, todo el que se acercaba por allí terminaba cantando y bailando co Paraguas do Xosé, o la de San Benitiño.

Canta diversión debémoslle ao bo do Claudio, unha forte aperta.n

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