Opinión

Museo de Angelita Varela (Santamarina)

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photo_camera Circa 1956. Papel fotográfico. Colección personal.
 

Pocos lo recuerdan, a pesar de que dejó huellas evidentes de su generosidad. Angelita Varela fue una mujer que durante toda su vida no dudó en ejercer como benefactora de la ciudad y para sorpresa mía son muy pocos los datos que encuentro sobre ella y sus obras cuando reviso los viejos papeles.

La existencia del castillo que iba a ser su museo y biblioteca en el barrio de O Couto no pasa desapercibida, incluso muchos saben que la pequeña residencia universitaria que está en la esquina de Santo Domingo con Cardenal Quiroga ocupa la que fue residencia de doña Angelita. Lo que muchos desconocen es el legado que dejó a la ciudad (en manos de la fundación que lleva su nombre) compuesto por vajillas, cristalerías y cuadros, principalmente. 

Me consta que jamás se ha abandonado la idea de poder mostrarlo al público, pero hasta ahora los intentos no han fructificado. 

En la fotografía de hoy podéis ver una de las salas que en el castillo de Ervedelo contenían muchos de esos objetos. Al fondo, presidiendo, están los retratos de Dolores Santamarina (tía de Ángela), Isidoro de Temes (esposo de Ángela) y ella misma.

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