Opinión

Camilo de Dios, el imprentista

Si lo buscas en internet, mi compañero de mili Camilo, aparece como uno de los últimos guerrilleros vivos que luchó contra el franquismo, pero para mí, Camilo de Dios, es el imprentista, como nos llamaba el capitán Rubianes, que me enseñó, mejor dicho, me obligó a que aprendiera, el noble oficio de tipógrafo en aquella vieja imprenta que estaba en el patio, al lado de las cocinas, del orensano cuartel de San Francisco. La historia es la siguiente. Yo hice la mili a los 19 años en la primera promoción de voluntarios en las que se podía adelantar el cumplimiento del servicio militar sin esperar a que te llamaran. Camilo se encontró con que no había hecho el obligatorio servicio militar, cuando llegó a su pueblo, Sandiás, al quedar en libertad después de haberse pasado diez años prisionero en distintas cárceles españolas en las que se hizo un gran lector, encuadernador y tipógrafo. Así que, con 28 años, estaríamos en el 1960, más o menos, nos encontramos en el cuartel de San Francisco.

Una tarde, dándome un paseo por el cuartel, entro por curiosidad en una pequeña estancia donde veo que hay una imprenta, nunca había visto una por dentro, allí estaban Camilo y Jesús, de Xinzo, les pregunto como funcionaba aquello, observo las cajas con la letras de plomo, como se componía el texto y se instalaba en aquella vieja Minerva que imprimía, entre otras cosas, la orden del día para el funcionamiento de la actividad cuartelaria. Termino de ver aquellas instalaciones, inéditas para mí, y me despido. Bien, resulta que Camilo y Jesús estaban a punto de licenciarse y buscaban un sucesor que supiera de imprenta para que se hiciera cargo de la dependencia y como no había quien conociera el oficio, no se les ocurre otra cosa, a los dos cachondos limianos, que decirle al Teniente Domínguez que era su jefe directo, que había un voluntario que acababa de llegar, un tal Ramón Canal que era un imprentista estupendo pero que no lo quería decir para no hacerse responsable de la imprenta.

Pasaron unos días y cuando nos formaron en el patio del cuartel para asignarnos los destinos, empezaron a nombrar a los distintos responsables. A ver, que salga el electricista, a sus órdenes, y se presentaba José Luis Díaz Cortizo, “el chispa” y se hacía cargo de los motores del agua, alumbrado, etc. Que salga el del economato, y se presentaba Paco Pérez . Que que salga el escribiente y jefe de víveres, y salía Alfonso Arias, etc. Y al fín, a ver, que salga “o imprentista”, lógicamente no me doy por aludido, pero llega por detrás el teniente Domínguez y me dice, eso vai por tí, Canal, y dándome un empujón, me encuentro frente al capitán Rubianes y le digo, aquí hay un error, yo no soy tipógrafo mi capitán. Vd., se va a la imprenta ahora mismo, o si no, al calabozo. Así es como funcionaba el derecho a decidir en aquellos tiempos. Ni que decir tiene que desde aquel día me hice imprentista con la ayuda de Camilo y de Jesús que me enseñaron los secretos de la profesión en los pocos días que compartimos la dependencia.

Por casualidad veo un video de un reciente homenaje que le dieron al guerrillero Camilo de Dios en la sede de la Real Academia Gallega en A Coruña cuyo presidente es su amigo y compañero de partido Alonso Montero. En su breve discurso, Camilo, aún teniendo muchos más motivos para hacerlo, no transmite en sus palabras el menor ánimo de rencor ni resentimiento que, por el contrario, se dejaba sentir en el discurso del catedrático y presidente de la Academia Gallega, Sr. Montero.

Camilo, hace tiempo que no nos vemos, cuando yo andaba por Verín (car), me paraba con frecuencia en Sandíás para recordar viejos tiempos cuarteleros. Ahora los viejos somos nosotros, pero me ha parecido ver en el video que tu mirada, a pesar de la operación, sigue siendo limpia. Por mi parte, seguiré siendo tu amigo hasta el final de nuestros días, aunque no olvido que me has hecho imprentista a la fuerza, pero eso no impide que lo seamos de verdad, aunque no nos veamos, pero sabido es que la amistad, a diferencia del amor, no necesita frecuencia.

Te puede interesar