Esto que a simple vista parece una tontería, por no decir una gilipollez, si te pones a pensar un poco detenidamente; ojo, que esto de pensar puede traer consecuencias; tiene su aquél. No es de extrañar que los deportistas no dejen de entrenar ni un solo día, incluso la víspera de un evento importante, porque si se tumban a descansar a pierna suelta, al día siguiente no dan una.
Vamos, que esto de tomarse un tiempo sabático de descanso, en algunos casos, y sobre todo a ciertas edades, puede convertirse perfectamente en un descanso definitivo, por no decir eterno que pueda sonar a responso y ya sabemos lo que pasa con estas transcendencias, porque ese afán de transcender que tenemos los humanos, desde que los faraones empezaron a construir pirámides con el propósito de esconder los tesoros que tenían en esta vida para poder disfrutarlos en la otra, ha causado a la humanidad a través de la historia muchos problemas . Por eso yo, por si acaso, declaro formalmente que no doy autorización para que mi nombre aparezca en ninguna calle, ni se le ocurra a nadie levantarme una estatua y menos ecuestre, ni levantarme un monolito, mausoleo, otorgarme un ducado, ni cosa por el estilo. Es posible que esta declaración de intenciones no fuera necesaria, es decir, estéde sobra, es superflua, tonta o así, debido a que mi irrelevancia nunca podría dar origen a tales homenajes, pero ya digo, es por si acaso.
Ha sido una pena que una cosa tan sencilla no la hubieran hecho esos personajes; frecuentemente políticos, generales o generalísimos que, tal vez hayan sido relevantes en su día, pero que les faltó humildad y no tuvieron en cuenta aquello de; esto sí es transcendente; “Sic transit gloria mundi” y pasado el tiempo, nos obligan, otra vez, a subir las escaleras de Machado, pero no en este caso, para desenclavar los clavos de la cruz, no, ahora nos toca eliminar las placas con sus nombres en calles y plazas de pueblos y ciudades, derribar estatuas o desenterrar sus huesos levantando pesadas lápidas con inscripciones laudatorias. Nunca debieron consentirlo y en muchos casos no fueron ellos los que llevaron la iniciativa, si no los aduladores y pelotas de turno, en todo caso, les faltó humildad. Ahora tenemos un problema, fácilmente previsible.
Los ingleses, que siempre han tenido fama de hacer las cosas a conciencia, están haciendo los preparativos por si se muere la Reina, todo porque tiene 92 años, está claro que la vejez es una enfermedad mortal de necesidad, pero la fecha de caducidad no la sabemos, solo los suicidas la saben, que por cierto, en España, es decir, en nuestro país, ya suman más las muertes por suicidios que por los accidentes de carretera , pero extrañamente, este asunto es un tema tabú, de esto no se habla, ni se invierte en ninguna campaña tratando de paliar este drama, al contrario de lo que se hace con los accidentes de tráfico , dándonos puntualmente los fallecidos durante el pasado fin de semana; desde las veinticuatro horas del día a tal hasta el día cual, o las víctimas que llevamos en lo que va de año, nada de nada, de los suicidios no se habla, aunque ya digo, las bajas por esta causa, que hace pocos años eran menos de la mitad de las producidas en accidentes de tráfico, ahora las superan con creces, pero como digo, de esto no se habla, ni está previsto hacerlo, antes al contrario, da la sensación de que se fomenta, obviamente es rentable, la mayoría son pensionistas que dejan de cobrar, en cierto modo, ese entusiasmo con el tema de la eutanasia no deja de ser una invitación.
Está claro que nuestra existencia en este mundo consiste en una interminable lucha contra los elementos desde el día en que tomamos la salida en la carrera de la vida, por lo que eso de descansar tenemos que tomarlo con todas las precauciones, máxime en estos tiempos en los que ya estamos pensando en el veraneo.
Ojito con el descanso, de acuerdo, es necesario, pero sin pasarse, después, entre la desidia, la pereza y la resaca, cuesta trabajo volver a la bendita rutina. Felices vacaciones.