Opinión

Felices emoticonos 2020

Empezaré por aclarar esto de los emoticonos ya que para muchos, sobre todo para los que ya hace tiempo que hemos sustituido los cuenta kilómetros y los cuenta revoluciones por los cuenta pastillas y los cuenta cuentos, en su gran mayoría, no sabemos de qué va la vaina, y no es de extrañar, ya que, bien pensado, incluso mal pensado, no deja de ser una tontaina, una gilipollez, pero ahora cualquier bobada tiene su afán y su razón de ser, es más, tiene sus derechos, sí, sí, y se puede montar la bronca por un quítame allá un piropo acosador, una palmadita inoportuna o mal situada, una exclamación patriótica en zona conflictiva o una marcación equivocada de un emoticono mal escogido.

Pues bien, este moderno invento, aunque su origen hay quien lo relaciona con las inscripciones egipcias, consiste en un símbolo, un icono, de ahí su nombre, unido a la palabra emoción, mejor dicho, “emotion” porque estas cosas ya se sabe (emoción+icono) y se emplean en esos mensajes que te envían en los correos y whatsapp para indicar un estado de ánimo mediante figuras de caras con distintas expresiones que indican alegría, malestar, sorpresa, dolor, entusiasmo, indiferencia, etc. Fue desde Japón con sus “emoji” “kaoani” etc., donde se ha propagado con más intensidad en los últimos tiempos en mensajes por correo electrónico y telefónicos.

Es lógico que los japoneses hayan impulsado este movimiento porque no deja de ser un sistema de economía del lenguaje y en todo lo que se refiere al sistema económico, tendremos que reconocer que la filosofía oriental ha transformando nuestro mundo. No quiero ni pensar en lo que hoy nos costaría un coche o un teléfono si no estuvieran en nuestro mercado marcas japonesas, chinas, indias, coreanas, taiwanesas etc. Esta gente está acostumbrada a trabajar con unos principios de honradez y sacrificio que no tienen comparación con nuestros planteamientos. No digo si es mejor o peor, no digo si son así más o menos felices, digo que tienen otra filosofía de vida, simplemente, y que un coche utilitario, hoy en día, fabricado en cualquier país europeo, si no fuera por esta gente, nos costaría un riñón.

Si nosotros tenemos grandes zonas casi desérticas en un país que, prácticamente, no tiene terremotos, volcanes, tsunamis o tifones, ni está superpoblado, que no haríamos con un territorio más pequeño que el nuestro (poco más de 377.000 kilómetros cuadrados) y para colmo, esparcido en cientos de islas, donde habitan más de 120 millones de persona y donde, si no te sacude un terremoto, te fríe un volcán o te arrea un tifón o un tsunami, y por si les faltaba alguna desgracia, le tiran bombas atómicas o explotan centrales nucleares, ya me contarán, pero ese espíritu de sacrificio y voluntad consiguen que sea una potencia económica en todos los sentidos.

Como pasa siempre, todos los sistemas y todas las filosofías tienen sus pros y sus contras, pero hay cosas que, como se suele decir, son de cajón, y cuando en una zona, por las razones que sean, no se puede vivir, el personal se va a otras donde espera poder hacerlo, aunque tenga que saltar muros o aventurarse en peligrosas travesías, pero viendo el caso de lugares como Japón, podemos decir que quien hace inhabitable un país no es su clima ni los adversos fenómenos naturales ni meteorológicos que pudiera tener, si no sus propios habitantes.

En fin, nada nuevo bajo el sol, bueno sí; los emoticonos, y es una pena que no hubieran llegado antes, nos hubiéramos ahorrado muchos enfrentamientos y disgustos, incluso leches, hasta el punto de que no solo los utilizaríamos en correos y whatsapp, debiéramos tener unos de mano que, llevándolos en el bolsillo en modo de tarjeta arbitral, pudiéramos exhibirlos para contestar a cualquier impertinente/a en la calle, en el autobús o en la oficina, ya no digamos en un pleno municipal o debate parlamentario, porque no es lo mismo enseñarle una cara con el ceño fruncido a uno que te acaba de insultar, que llamarle gilipollas. Y tú más.

Por eso que les deseo un feliz año 2020 lleno de emoticonos con caras sonrientes.

Te puede interesar