Opinión

Hablando con lobos

Está claro que esto es una mentira, bueno, ahora es mucho más fino decir; “fake news” ya ves, que cosas, se impone el inglés, lo siento por los “extremolinguistas” nacionales y vernáculos, con la cantidad de palabras que podríamos utilizar en nuestro idioma; falsedad, trola, embuste, cuento, invención… incluso gilipollez, sí, sí, pero bueno, tendremos que reconocer que ha ganado “fake news”, hay que admitirlo, y como en todas las derrotas, debiéramos felicitar al ganador sin traumas ni complejos como hacen los buenos deportistas, lo que pasa es que esto de rendirse está muy mal visto, tiene mala prensa, y no sé por qué, cuando estamos cansados de comprobar que pasan y traspasan, cuando poco antes gritaban; no pasarán. Cuando lamentándolo mucho admiten que; hay que joderse y no podemos, cuando antes arengaban; sí se puede, sí podemos. Cuando llorando y con mucho sentimiento, eso sí, tienes que morirte bien muerto, recordando cuando todavía cantabas entusiasmado; resistiré para seguir viviendo.

Por eso es que no debiéramos dramatizar tanto con eso de las rendiciones, hasta las últimas consecuencias y clásicas terquedades tradicionales, cuando en cierto modo, todos nos rendimos cada día, unas veces por la mañana y otras por la tarde o por la noche. Solo los imbéciles no se rinden y siguen dándole a la matraca, en algunos casos heredando la imbecilidad de sus ancestros y tratando de transmitírsela íntegramente a sus descendientes para que sigan con la tradición de resentimientos, odios, rencores y venganzas, de estupideces, fanatismos e intransigencias de generación en generación o , mejor dicho, de degeneración en degeneración, hasta la total desaparición de la estirpe que es como se extinguen algunas especies. 

De todas formas, lo de hablar con los lobos sigue siendo un imposible, solo lo consiguió Caperucita Roja y tampoco se lució mucho, ni siquiera el recordado Félix Rodriguez de la Fuente que tanto los protegió, hizo bueno de ellos y siguen matando ovejas como si no hubiera un mañana, según leo la noticia de hace unos días en La Región, que nos cuenta que dejaron muertas veinte ovejas sobre un prado del ganadero Higinio Alvarez en las inmediaciones de Amoeiro.

Esta forma de actuar del hermano lobo; matando por matar, ya que, por lo que decía la noticia de La Región, solo se habían comido una, nos recuerda la actuación de otros seres que, a pesar de que podamos hablar con ellos porque conocemos bien su idioma, el comportamiento es muy semejante al de los lobos y el resultado final es el mismo; matar por matar, aunque en su caso, en ocasiones pretendan justificarlo haciéndolo en nombre de un ideal, una nación, un dios o un profeta.

Por eso que, aún teniendo un idioma común con el que nos podamos comunicar perfectamente, como se comprueba en parlamentos, foros o juzgados, aunque en ocasiones, y para la galería, en plan de montar el numerito, soliciten un intérprete, al final seguimos sin entendernos porque lo difícil es entenderse en el idioma propio, por lo que con cierta gente, mala gente o, como canta Rosalía; malamente, aunque entre nosotros y afortunadamente, todavía nos podemos felicitar de que, a pesar de las grandes diferencias, se impone el respeto y la cordura, con el resto, lo mejor será utilizar el mismo idioma que el de los lobos.

¡Auuuuuuu!… y salir corriendo, aunque si pudiéramos transmitirles un mensaje , a los unos y a los otros, por medio de algún sonido, señal o dibujo, les preguntaríamos una sola cosa. ¿Por qué? Si solo os habéis comido una oveja.

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