Opinión

Nos haría falta un milagro

Si los milagros fueran un derecho, ahora que tenemos tantos, los orensanos tendríamos preferencia a la hora de obtenerlos (ya sabemos que todos somos iguales ante la ley, pero sigue habiendo diferencias, no sé si me explico) no en vano tenemos, desde hace muchos años, el Santuario de la Virgen de los Milagros en el monte Medo, cerca de Maceda y de Baños de Molgas.

Esto hay que señalarlo y presumir de ello porque lo tenemos, simplemente, aunque nunca se sabe, porque ahora estamos en unos tiempos de dudas y confusiones donde todo se discute y se cuestiona, no es como antes que la paradoja de la incertidumbre se reducía a confundir la velocidad con el tocino; no, no, quita, quita, ahora las dudas y confusiones están en otra dimensión, son más sofisticadas y existenciales, más tontas o más gilipollas, como quieran, no hace falta que pongamos ejemplos, sírvase usted mismo, “misma”. Ya empezamos.

De todas formas, tengo que admitir que esto de los milagros es un tema muy complicado, confuso y cuestionado, hasta el punto de que hay gente que sostiene firmemente que no existen, así, sin más, a palo seco, para que vean como está el patio, a pesar de que, para ser santo/santa, siguen siendo imprescindibles.

Leo en La Región a mi compañero de página el martes pasado, Afonso V. Monxardín, que la obra de la variante exterior del AVE entre Taboadela y Seixalbo está adjudicada y ya no hay vuelta, lo dice resignado, como nos resignamos ante las desgracias; incendio, inundación, coronavirus, infarto, cáncer o así. Pero no estoy de acuerdo, estamos ante una desgracia, sí, pero ésta no es por causas naturales, es producida por algo muy frecuente en la vida de los humanos: por un error, “errare humanum est”, lo que quiere decir que es algo natural. Todos nos equivocamos, por lo que el error no debiera ser demasiado problema, el problema es insistir en el error y no cambiar de actitud y, si acaso, pedir perdón, por eso creo que en este caso nos hace falta un milagro que nos ayude a solucionarlo.

Nos hace falta para que este proyecto de la variante exterior del AVE se llegue a un acuerdo y no siga adelante, aunque ello lleve consigo tener que indemnizar a empresas y personas que puedan resultar perjudicadas, porque será mejor emplear así ese dinero que haciendo túneles y viaductos antinaturales, en contra de la dirección lógica, porque, no nos engañemos, lo suyo, lo que es normal, la lógica, el sentido común, al final se impondrán, tardará más o menos, pero ya verán como esa obra absurda y sin sentido (todavía nadie de sus promotores- defensores nos ha explicado para qué sirve y qué ventajas tiene) no culminará, y todo lo que se construya, además del desastre ecológico y paisajístico que origine, será tirar el dinero. Como el de la obra que se tuvo que hacer para la instalación del tercer raíl desde Taboadela (¿100 millones?) que se hubiera evitado continuando el trazado del AVE directamente hasta San Francisco, soterrando los últimos kilómetros en zona urbana.

Lo que me sorprende es la resignación de los ciudadanos ante este disparate, aquí no se trata de partidos de un lado o de otro, aunque no me deja de sorprender que lo defiendan quienes, al mismo tiempo, se llamen progresistas y ecologistas, porque el proyecto perjudica a todos los ciudadanos excepto a los que directamente se beneficien de su ejecución, por eso digo que es preferible darles el lucro cesante ya directamente. Nos saldrá más barato.

Es negativo para el tren, para el paisaje y para los usuarios, porque nunca entenderemos que si un día venimos de Madrid y llegamos a Taboadela, a ¡dos minutos, dos! de la estación de San Francisco, nos lleven de excursión por Velle, atravesando túneles y viaductos y obligándonos a unas curvas con un radio incompatible con la alta velocidad. Esto te lo hace un taxista y lo llevas al juzgado. Por cierto, este asunto, en otras latitudes, estaría ya judicializado.

Para esto sí que merecería la pena organizar una manifestación, pero estamos en vacaciones. Lo que sí podemos es hacerla virtualmente, desde su casa o desde la playa, manifestando su opinión a través de la excelente sección de La Región “El cronista local”, enviando su opinión, a favor o en contra, a su correo, [email protected], o por whatsapp al tl. 618 490 490.

Esto es lo que tiene la democracia, para desecar la laguna de Antela, o para hacer el embalse de Castrelo, no tuvimos esa opción, aunque en ambos casos los proyectos tenían sus pros y sus contras. En este caso, todo son contras, excepto para unos pocos.

Te puede interesar