Vamos a dejarnos de falsas modestias, mi artículo del pasado martes 22 de septiembre, titulado “Parlamentos de papel”, ha tenido un gran éxito. Bueno, tampoco hay que exagerar, quiero decir que al menos lo ha leído una persona que casualmente resultó ser un viejo amigo que me llama todo entusiasmado con la idea que apunto en el artículo, la sustitución de los clásicos discursos y debates políticos, por los sistemas de las nuevas tecnologías, base del funcionamiento del posible Partido @ Electrónico.
¡Coño! Moncho (ya sabemos lo que pasa en Galicia con los Ramones) ¡Cuanto tiempo! Me parece cojonuda tu idea esa del partido de los mudos. Bueno verás, lo de mudos me refiero. Nada, nada, cojonudo (perdonen el lenguaje pero es el que teníamos en el colegio Bóveda en tiempos de Don Luis Acuña, Don Raúl, por los clavos de Cristo, Don Luis Ocampo, etc.). Oye, cuenta conmigo Monchiño (ya sabemos lo que pasa en Galicia con los Ramonciños). Hacía tiempo que esperaba algo así, prosigue mi viejo amigo.
En fin, estaba todo ilusionado, yo creo que como hacía tanto tiempo que no hablábamos, se debió transmutar de pronto a la época del mítico colegio Bóveda de la Alameda do Cruceiro. Me gusta la idea, prosigue, es más, me parece una auténtica revolución, hasta el punto que podrías añadirle lo de de revolucionario, sobre todo para los progres. A ver, sería entonces Partido Electrónico Revolucionario, PER. Oye, pero esto del PER suena fatal. Ya, pues ponle Partido Revolucionario Electrónico, PRE . Bueno, es igual, el caso es que sigas adelante con el “proyecto”.
Después de hablar un rato recordando viejos tiempos, empiezo a entender el entusiasmo de mi amigo, y no es que sea mudo, ni siquiera se trabuca, pero se cansa, se cansa, que para el caso es lo mismo, porque no se entiende con nadie, me cuenta, ni en su casa, ni con los vecinos, ni con el alcalde, ni con el cura, ni con el médico. No se entiende, no se entiende, porque ve que en estos tiempos consiguen las cosas los machacas, los tercos, los intransigentes, los plastas, y claro está, ya no puede con esas batallas. Nuestra generación que ha vivido abrazada a la nostalgia y al come-come de no saber nunca si estabas haciendo lo correcto, ya no aguanta más estos debates y broncas en entrevistas y tertulias donde el más rápido es el que gana, como los pistoleros del Oeste, con la diferencia de que aquí también valen los tiros por la espalda.
¿Y si me voy de casa y me independizo, puedo seguir con la mamandurria? Según el artículo xx parece que si. Bueno, tal vez, pero es que... y así un día y otro también, por lo que la idea de sustituir los debates por escritos le gustó. Ya solo en la en la política siguen triunfando los charlatanes. Antes, los vendedores ambulantes eran auténticos oradores. Creo recordar que en Ourense, Mario, el charlatán, era el más conocido. “Compren señoras compren medias de Barcelona que llegan desde la punta de los pies hasta la reverend.. cooo...mpren señoras compren”.
En París habia un concurso en donde se proclamaba “Le roi des camelots” algo así como el rey de los charlatanes. Hoy ya no sirven ni para vender. Hoy el “pico de oro”, el charlatán, el orador, más bien el “arengador” ( Hitler lo era) ya solo sirven para la política, y eso es lo que le incordia a mi amigo. De ahí que se haya entusiasmado con este proyecto “antibarallanes”. Todo por escrito (emails, whatsapps, mensajes, tuits, etc.). Así que, si a alguien, mejor que sea joven, le interesa la idea, que registre este futuro P@E (R). Contará con muchos votos, aparte los de mi amigo y el mío, con todos los de aquellos que están cansados de tantos discursos, debates, insultos, broncas y tú más, Mas.
