No hay nada más cobarde que el dinero cuando se huele los problemas, ni nada más rápido que el dinero cuando olisquea que se resuelven y vuelven las oportunidades de hacer negocio, aunque sea a medio plazo porque especula también con el tiempo. Las Bolsas han pegado un subidón con el anuncio de una vacuna contra el coronavirus que puede estar en el mercado en unas cuantas semanas para que la nueva normalidad vuelva a ser como la normalidad de toda la vida. El dinero ha corrido, a la primera oportunidad, más que la gente, que todavía se ve obligada a mantener las medidas sanitarias establecidas para evitar los contagios, cuando lo normal hubiera sido que se lanzaran a la calle a celebrar la vacuna porque son más que los grandes inversores. Pero son más responsables que los mercados financieros que se han dado a la algarabía haciendo buena la máxima de la Bolsa de compra con el rumor y vende con la noticia.
