Opinión

En castellano

El lehendakari Iñigo Urkullu y el presidente de la Generalitat, Artur Mas, se reunieron la semana pasada en el palacio de Ajuria Enea para quejarse de la recentralización que ha emprendido el Gobierno. Los dos solos. Uno sentado frente a otro sin intérpretes por medio. No hay declaraciones de ninguno de los dos presidentes que permitan saber los conocimientos que tienen de la lengua del otro. Ni tan siquiera de que hablen euskera o catalán en la intimidad. ¿Qué quiere decir esto? Pues que la conversación entre ambos con la vista puesta en la independencia se debió desarrollar en español o castellano, que tanto da. O sea que el español es el nexo común de aquellos que quieren separarse de España.

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