Opinión

Distancia social

Se da por hecho que la “nueva normalidad” a la que se asistirá una vez que se produzca el desconfinamiento y los ciudadanos comiencen a recuperar la calle para realizar las actividades normales que la seguridad permita y asistir al trabajo, la movilidad volverá a ser un elemento definitivo de esa recuperación del pulso vital. El confinamiento ha traído aires más limpios, menos contaminados en las ciudades y un sinfin de propuestas que tratarán de hacer las ciudades más habitables. La salida “verde” del estado de alarma y de la crisis como pronostican sería deseable. Sin embargo, se da una contradicción, por una parte se apuesta por la bicicleta como medio de transporte que proporciona seguridad para la salud por cuanto no hay condicionantes en las medidas de distanciamiento social. Pero al mismo tiempo y por los mismos motivos se recomienda el transporte privado, y en muchas ciudades con déficit de carriles-bici nada hay más incompatible que bicicletas y coches. El pagano de esta crisis parece que será el transporte público a no ser que se reinvente, porque en situación de normalidad y en hora punta no hay distancia social que aguante.

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