Una encuesta entre abogados matrimonialistas ha puesto de manifiesto las razones por las que se divorcian las parejas españolas y por delante de todos se sitúa una razón que es producto de los tiempos que corren y que ha desplazado a otros motivos más habituales: el desgaste, alejamiento y la falta de comunicación debido al estrés provocado por la crianza de los hijos y el trabajo. Cuando se produce un divorcio por este motivo, no quiere decir que el problema desaparezca, sino que seguramente será una de las dos partes de la pareja quien se cargue con todo el peso de la situación que lo ha generado. Y a partir de aquí, sí, el resto de motivo de las rupturas matrimoniales son los más típicos, el desenamoramiento, la infidelidad, que el amor salte por la ventana cuando la pobreza entre por la puerta, que la influencia de las familias políticas sea muy pesada, la incompatibilidad de caracteres…
Pero si llega el divorcio, mejor hacerlo bien.
