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El profesor de Historia Allan Lichtman hace 36 años que no falla en sus vaticinios sobre quién será el próximo presidente de Estados Unidos. Su método de predicción consta del estudio de trece variables: si se cumplen seis o más, la presidencia se mantiene estable; si se cumplen menos de seis, habrá cambios. De su análisis se desprende que el próximo inquilino de la Casa Blanca será el candidato demócrata Joe Biden, lo que sin duda representa una buena noticia incluso para los estadounidenses, aunque muchos de ellos no lo sepan. Sin embargo, el profesor no ha tenido en cuenta dos nuevos elementos que no estaban en la esfera política cuando diseñó su método, las actividades de Rusia y China en favor o en contra de un candidato. Rusia, como en las elecciones pasadas, apoya a Donald Trump, mientras que China considera que con Biden no le puede ir peor de lo que le va con Trump, según el jefe del Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad. El 3 de noviembre se comprobará quién tiene razón si los historiadores o los espías. 

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