Opinión

Estreno

El recién nombrado presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, no había ocupado su despacho en el palacio de Sant Jaume cuando un grupo de sus aliados de la CUP ocupaba la sede de su partido, ERC, como protesta por un desahucio que se desarrollaba en el Raval con la intervención de los antidisturbios de los mossos d’esquadra, cuando lo primero que se supo del pacto entre ERC y la CUP para investirle es que no intervendrían en este tipo de situaciones. Si a eso se añade que las discrepancias en el seno de JxCAT se han convertido ya en comidilla de los mentideros barceloneses, que el jefe del partido, Carles Puigdemont y su segundo, Jordi Sánchez, no se han entendido en el nombramiento de los consellers ni en otras cuestiones estratégicas, lo que augura problemas internos hasta con el grupo parlamentario. Vaya estreno del Molt Honorable. No es que no le hayan dado cien días para hacerse a la idea, es que no le han dado ni cien minutos. Los suyos.

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