Según distintos sesudos estudios, un 30% de los españoles padece síndrome prevacacional, un 51% tendrá el síndrome denominado depresión de la tumbona, y un 37% sufrirá síndrome postvacacional. Es decir que hay un 20% de españoles de los que se van de vacaciones, que no son todos, que tiene posibilidades de pasar más de una de esas dolencias.
Los síntomas de todos ellos son más o menos similares. Los primeros sufren ansiedad y suelen corresponder a aquellos trabajadores con mucha responsabilidad y extensas jornadas laborales. Los del estrés vacacional son los que tienen dificultad para olvidarse de sus labores y ese "bajón veraniego" se traduce en sentimientos de tristeza, desmotivación, pocas ganas de hacer cosas, sensación de que no se disfruta..., y los últimos acusan sensación de falta de energía, desmotivación y tristeza al reincorporarse al trabajo. Las empresas tendían que tomarse estas cuestiones de salud laboral en serio y evitar mandar de vacaciones a quien pudiera ser víctima de esos síndromes y dárselas solo a quienes son capaces de sobrevivir a ellas antes, durante y después de cogerlas.
