La Agencia Tributaria ha fijado sus ojos, o sus garras, en las comisiones de festejos de los pueblos, las encargadas de organizar bailes y otro tipo de actividades para todas las edades, que se sufragan sobre todo con las aportaciones de los vecinos del lugar y pequeños comercios. Hacienda ha recordado a estas organizaciones cuáles son sus obligaciones tributarias, que gozan de exenciones y un tratamiento especial, salvo si ponen un bar para obtener fondos, que esos tributan por lo normal. Cualquiera que tenga pueblo o veranee en alguno de ellos con fiestas sabe que los miembros de la comisión de festejo realizan un trabajo ímprobo, gratis et amore, visitando las casas de todos los vecinos, aguantan bromas y malas caras y que lo que obtienen del bar lo reinvierten en las propias fiestas.
