Opinión

Había otra forma

Decían, y nos decían, que no había alternativa, que solo había una política económica posible, que los diktat de austeridad y recortes eran inevitables. Claro, no era verdad, porque si no estaríamos ante el fin de la historia sin más batallas ideológicas. Ahí está Francia para demostrarlo, que ha remoloneado para aplicar las recetas que le querían imponer el eje Bruselas-Berlín, y como diría el nobel CJC, “el que resiste gana”. Hollande ha resistido incluso a su primer ministro y no ha aplicado ni grandes reformas, ni bajadas de sueldo, y se encuentra a punto de cumplir por primera vez el objetivo de déficit previsto gracias al consumo interno porque no ha bajado el poder adquisitivo de la gente y no ha habido despidos masivos. O sea que había otra forma.

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