La fotografía es de hace un año pero se ha hecho viral en los últimos días. En esta ocasión se trata del reflejo de una realidad que ocurre con más frecuencia de la que se conoce, porque a los protagonistas no les gusta la imagen que trasciende de ella. El resumen es que si los hombres parieran la humanidad se habría acabado hace mucho tiempo, como reconoce la sabiduría popular, demostrándose así quien es el sexo débil y cuál tiene más resistencia al dolor. La fotografía en cuestión es el selfie de una mujer recién parida que sonríe mientras su marido es atendido en el suelo por haber sufrido un desvanecimiento tras asistir al parto y se encuentra rodeado por tres médicos, uno de los cuales lleva en brazos al recién nacido. Quien no conozca en su entorno una situación similar que tire la primera piedra. Si el padre va a asistir al parto bien sea natural o por cesárea debiera acreditar que no se mareará al ver la sangre, o que al menos no se ha caído redondo en el análisis de sangre del reconocimiento médico de la empresa.
