Opinión

La letra pequeña

El expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, es un nombre de recursos, de imaginación y echado ‘p’alante’ que se defiende panza arriba para no perder sus propiedades por el embargo decretado por el juez para hacer frente a su responsabilidad civil por los presuntos delitos cometidos obre la entidad que dirigía. Su último truco ha sido pretender que la aseguradora de su caja le pagara la fianza. Pero ocupado como estaba en gastar y gastar no le dio tiempo a leer la letra pequeña del seguro, que dice que la póliza no cubre los daños cuando se presupone que ha habido una intención delictiva, como es el caso según el juez, que no ha caído en la treta con la que Blesa pretendía salvar su patrimonio. Lo que no va a salvar en ningún caso es su honor.

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