Opinión

Lo ha dicho

Las circunstancias son similares porque hay elecciones a la vista en 10 meses, pero las respuestas son distintas. El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se resistió a proferir la palabra crisis antes de las elecciones de 2008, porque nadie que reconoce que las cosas van mal gana unas elecciones, y por eso desde la oposición le apremiaban a que dijera la palabra maldita. El presidente del Gobierno actual, Pedro Sánchez, ha hecho lo que le recomendaban hasta sus adversarios, que reconociera que la inflación se ha convertido en el principal problema de los españoles. Se le pedía que dijera la verdad, que fuera empático y menos soberbio y cumplió con ese objetivo en su discurso inicial del Debate sobre el estado de la Nación. Sánchez ha dicho a tiempo lo que a Zapatero le costó tiempo nombrar., Nada garantiza que el ataque de sinceridad de Sánchez sea suficiente para que gane las elecciones, pero al menos que reconocer la evidencia no sea un hándicap. 

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