Opinión

Mentiras

Tal y como están las cosas tras la pandemia del covid-19, los desastres que ha causado en la salud, la economía y en el estado de ánimo de los ciudadanos que han sufrido sus consecuencias, no hace falta exagerar ni mentir. La simple relación de los acontecimientos vividos es suficientemente dura como para adornarla con falsedades, embelecos o hipérboles. 

El número de muertos, de los contagiados, de los arruinados, de los parados que registran las estadísticas es demoledor. Por ese motivo no hacía falta que el presidente de Vox y candidato a sustituir a Pedro Sánchez en el inquilinato de La Moncloa en la moción de censura fracasada dijera cosas que no se ajustan a la realidad, que contribuían a pintar aún más de negro el panorama para apuntalar sus mensajes xenófobos que vinculan inmigración y delincuencia, que niegan la derrota del terrorismo, que busca la ilegalización de los partidos independentistas o que cuestiona la legitimidad del Gobierno. Y luego acusan a Pedro Sánchez de mentiroso.

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