Opinión

Mola


La elección de un seudónimo no es tarea fácil, primero el sexo, luego el nombre, finalmente el apellido. Hay distintos procedimientos para buscarse heterónimo. Recurrir como apellido al nombre del pueblo natal es uno de ellos. Otras referencias más culturales son también habituales , y en muchos casos lo mejor es divertir y divertirse a la hora de escoger nombre ficticio. Lo de Carmen Mola, la última ganadora del Premio Planeta, entra en el último rubro. Que de un momento divertido se trate de elaborar una teoría sobre género y literatura o sobre feminismo y política editorial es llevar las cosas demasiado lejos. Mola son tres guionistas de televisión de relumbrón con ganas de jugar y de desacralizar que vivían bien en el anonimato. Y como guionistas saben bien lo que es un giro de guión y han tenido que salir a la luz porque el Planeta también tiene su liturgia de promoción y no la podía realizar un fantasma. Un millón de euros es un buen motivo para dar la cara.

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