Opinión

Parecidos razonables

Desde mucho antes de que se entrara en la nueva normalidad los sanitarios anunciaban que la segunda ola, los rebrotes en el otoño supondrían una nueva prueba de estrés para la sanidad pública, en especial para la atención primaria, cuando la progresión de la pandemia se uniera a otras enfermedades propias de la época invernal que cursan con síntomas muy parecidos a los que provoca el covid-19, y que por tanto tendrían que andar muy finos para distinguir unas enfermedades de otras.
Poco a poco los expertos van realizando estudios que permiten discriminar con mayor eficacia los síntomas de la neumonía atípica provocada por el coronavirus y del catarro común, por ejemplo. Una de las diferencias parece estar en la pérdida de olores y sabores, más intensa en los pacientes del covid-19 que en aquellos que padecen un resfriado que además tienen más secreciones nasales. Cualquier forma de distinguir los parecidos razonables será de ayuda a la hora del diagnóstico. 

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