Opinión

Presos

Las prisiones han logrado no convertirse en uno de los principales focos de contagio. Por el momento hay más funcionarios de prisiones infectados por el coronavirus que reclusos. Las medidas de mayor aislamiento si cabe, con la prohibición de salidas y de visitas, favorece que el virus no se propague entre los internos, y solo los que se encuentran en tercer grado penitenciario han podido realizar la cuarentena en sus domicilios. Pero como en todas partes quien más puede trata de sacar ventaja de su situación. Por eso no se han conocido muchos casos de presos en segundo grado que hayan pedido abandonar la cárcel para realizar la cuarentena en sus domicilios. Quien sí lo ha hecho ha sido la nómina de presos ilustres que pueblan las cárceles españolas; por ejemplo, el extesorero del PP, Luis Bárcenas, el ex responsable del FMI, Rodrigo Rato, el excomisario Villarejo, el narcotraficante Sito Miñanco, o los presos del “procés”, que cumplen su sentencia junto a miles de robagallinas y presos por delitos contra la salud pública, a los que no se les ha concedido ese beneficio. Al menos una muestra de igualdad ante la ley.

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